La tarde del miércoles se tiñó de violencia en el barrio Senac, donde una mujer de 39 años y su hija pequeña fueron víctimas de un episodio violento dentro de un vehículo en movimiento. El hecho, registrado alrededor de las 18:00 horas, fue denunciado oficialmente ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) cerca de las 20:00, cuando la víctima, con visibles signos de alteración emocional, decidió acudir por cuenta propia a la unidad policial.
Según el testimonio relatado por la denunciante y en el informe preliminar policial, todo comenzó cuando ella vendía empanadas en inmediaciones de un colegio, lugar al que su pareja llegó en su vehículo para recogerla a ella y a su hija. Lo que parecía un gesto cotidiano se tornó rápidamente en una situación de alto riesgo. Una simple consulta sobre el pago a una profesora de apoyo escolar derivó en insultos, gritos y amenazas. La víctima cuenta que fue recibida con improperios de grueso calibre y una actitud agresiva, que se intensificó mientras discutían durante el trayecto hacia un surtidor.
La situación escaló cuando el agresor, en medio de la discusión, se negó a cargar combustible y exigió que la mujer se bajara del vehículo, a pesar de que este aún se encontraba en movimiento. Con la menor llorando desconsoladamente en el asiento trasero, el agresor continuó con su conducta violenta hasta llegar a la zona detrás de la iglesia del barrio Senac, donde los insultos subieron de tono y, según la víctima, incluso fue amenazada con gestos que simulaban un corte en el cuello, señal inequívoca de intimidación.
En un momento crítico del altercado, la mujer afirma que recibió un puñetazo en el rostro, específicamente en la nariz, lo que provocó el llanto aún más angustiante de su hija. Intentando calmar a la niña y buscando una salida segura, la madre gritó pidiendo auxilio. El vehículo se detuvo momentáneamente cerca de una panadería próxima a la iglesia del barrio, donde la víctima logró convencer a su hija de que iría a buscar ayuda. Fue entonces que descendió del vehículo y se dirigió directamente a las instalaciones de la FELCV para formalizar la denuncia.