Osmar Arroyo/El Andaluz
El economista Fernando Romero indicó a El Andaluz que el incremento salarial, establecido por el gobierno para este año, tendrá efectos negativos en la economía.
Mencionó, que entre el 15 y 20 por ciento de la fuerza laboral del país, es formal, es la que se va a beneficiar del incremento salarial.
El economista, dijo que ve más aspectos negativos, que positivos, de la medida asumida por el gobierno nacional.
Remarcó que el resto de la población no llegará a beneficiarse de este incremento y que la Central Obrera Boliviana (COB), debería luchar más por los derechos laborales, para mejorar el nivel y la calidad de empleo en el país.
«De qué sirve un incremento salarial, el cual no va a cubrir mucho, casi nada diría, en el poder adquisitivo», expresó.
Explicó que uno de los efectos negativos de la medida, será inflacionario y afectará a las familias.
Dijo que el gobierno inyectará, con el sector privado, de manera adicional, 3.200.000.000,00 ( tres mil doscientos millones de bolivianos), además, de lo que ya se tenía previsto, en el sector público y privado, para el pago de salarios.
Más allá del Movimiento económico, indicó que está medida generará un gasto extra en la población, que en la coyuntura de inflación, no van a ahorrar, más bien se va a gastar, o comprarán dólares, generando una mayor demanda y por ende, también el incremento en el precio del dólar, en el mercado paralelo y en el mercado virtual, es decir, una mayor inflación.
«Al parecer, es un círculo vicioso», aseveró, a tiempo de indicar, que por otro lado, la población entre el 80 y 85 por ciento, que no se beneficiará del incremento salarial, se subirá el precio de sus bienes y servicios, a manera de cubrir su poder adquisitivo.
Remarcó que son dos factores claves, que provocarán el aumento de la inflación y si el sector privado sube sus gastos en salarios, posteriormente, también subirán el costo de sus bienes y servicios, para no perder o cubrir esos gastos.
Según el análisis de Romero, el gobierno acudirá a un mayor endeudamiento o una mayor emisión de dinero, para también financiar el mayor gasto público y el déficit fiscal.
«El incremento salarial, no va a cubrir la pérdida del poder adquisitivo, que se ha dado, entre un 50 hasta un 70 por ciento, en el trimestre del 2025, quiere decir que esos 2750, en realidad equivalen a un alrededor de mil bolivianos, o tal vez 800, por la cantidad de bienes y servicios que pueden comprar. Aquí, la gran pregunta es, qué se prefiere en este contexto de crisis económica, incremento salarial o estabilidad laboral», agregó.
El incremento salarial, dijo que puede llevar, a qué en el país, exista mayor informalidad en el tema laboral, personas trabajando en «negro» (sin beneficios sociales) y que esas personas, inicialmente, en los pequeños emprendimientos, pasen de una situación formal, a una situación informal, para no tener presiones impositiva o fiscal, no tener que lidiar con incrementos salariales.
Remarcó, que por esta situación, la economía del país es informal, porque los incrementos han Sido más políticos, que económicos.
«Creo que, ese incremento es temerario para la economía, poco sensato por la coyuntura y más político», apuntó.
Para Romero, siendo muy optimistas, el incremento beneficiará entre un 15 y 20 por ciento de la población y señaló que en los últimos seis meses, muchas familias, cambiaron de la formalidad a la informalidad, que por la falta de empleo se dedicaron al comercio, al transporte, entre otras actividades.
Considera que el beneficio de la medida, es poco, entorno a su capacidad de poder adquisitivo que tendrán las familias, con el dinero que se incrementará en los salarios.
