Por Rosy Sánchez/El Andaluz
Desde hoteles, moteles, domicilios particulares, discotecas, hasta restaurantes funcionan como centros de servicios sexuales en horas de la noche, denunció, Paulina Mendoza, Presidenta departamental de las Trabajadoras Sexuales en Tarija.
La proliferación de locales clandestinos afecta a las trabajadoras sexuales que brindan sus servicios en cetros legalmente establecidos que asciende a 7 locales autorizados que a diferencia de los ilegales sobre pasan los 100 establecimientos.
“Estos locales contratan a jovencitas de 18 años que llegan del interior del país sin ningún tipo de control de las autoridades y generan una competencia a quienes trabajamos cumpliendo todas las normativas que nos exige el SEDES”, dijo Paulina Mendoza.
La dirigente de las trabajadoras sexuales dijo, que la actividad clandestina redijo la afluencia de clientes a los centros legalmente establecidos por los bajos costos que cobran por un servicio sexual, “si antes se cancelaba 200 bolivianos, hoy se encuentra hasta a 50 bolivianos”.