Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Ana Isabel Patiño, quien representa a la comunidad de personas con baja audición en Tarija, ha aprovechado la Semana de la Persona Sorda para abordar una cuestión importante: el lenguaje adecuado.
Así mismo subraya que las personas sordas a menudo se sienten marginadas y enfrentan dificultades en su interacción con los demás. Además, señala que el sistema educativo a menudo no proporciona la accesibilidad necesaria para que las personas sordas puedan aprender y desarrollarse plenamente.
Patiño insta a la comunidad a dejar de usar el término despectivo «sordomudo» y, en su lugar, utilizar un lenguaje más respetuoso para referirse a las personas sordas. Para ella, este cambio no es solo una cuestión de palabras, sino una forma de empoderar a las personas sordas
Este tipo de pedidos tienen como objetivo principal crear conciencia en la sociedad sobre estas cuestiones, promover el conocimiento de los derechos de las personas sordas y fomentar un mayor respeto por su cultura y comunidad.
Patiño destaca que es fundamental que las personas comprendan que las personas sordas no son mudas y que utilizan la lengua de señas y otros recursos visuales para comunicarse. La inclusión y el respeto hacia las personas sordas son aspectos fundamentales para construir una sociedad más igualitaria y justa.
En Tarija, se estima que hay alrededor de 1490 personas sordas en diversas provincias. Sin embargo, algunas de estas personas aún no tienen acceso al sistema educativo debido a las barreras de comunicación existentes en la sociedad. Esta exclusión puede tener un impacto significativo en su capacidad para participar en la educación y otros aspectos de la vida cotidiana.