Natalia López/El Andaluz
Desde la madrugada de este martes, un grupo de pobladores ha bloqueado la carretera que conecta Oruro con La Paz, específicamente en la zona de Caracollo. Esta medida de presión busca exigir al gobierno el financiamiento y la construcción de la carretera F1 Caracollo – Condoriri – Coñohuma, un proyecto que consideran esencial para el desarrollo de la región. Los manifestantes han declarado que su protesta será indefinida hasta que sus demandas sean atendidas tanto por el gobierno departamental como por el nacional. Sin embargo, la Gobernación ha señalado que la financiación del proyecto debía haberse realizado durante la gestión del expresidente Evo Morales y no en la actual.
Para impedir el paso de vehículos, los manifestantes han colocado piedras y tierra en la vía, lo que ha dejado varados a decenas de buses de transporte público y camiones de carga pesada. Ante esta situación, muchos viajeros han optado por caminar varios kilómetros para poder hacer trasbordo y continuar su viaje. Esta situación ha generado un considerable malestar entre los pasajeros y las empresas de transporte, que se ven obligados a buscar alternativas para minimizar los retrasos.
Desde la terminal de buses en Oruro, se ha informado que se están utilizando rutas alternas para llegar a La Paz. En la capital, las salidas de buses están siendo condicionadas al uso de desvíos y los pasajeros son informados sobre la situación de los bloqueos. Mientras algunos pasajeros deciden arriesgarse y viajar a pesar de las dificultades, otros prefieren esperar a que se levanten las medidas de presión para continuar su trayecto. Esta situación ha aumentado la incertidumbre entre los viajeros y ha puesto de manifiesto la urgencia de una solución efectiva por parte de las autoridades.
Durante la mañana, se han reportado tres puntos de bloqueo adicionales en Chillihua, Villa Puente y Caihuasi. A pesar de estos inconvenientes, los viajes desde la terminal de La Paz hacia Oruro y Cochabamba se mantienen relativamente regulares, aunque con retrasos de una a dos horas en la llegada de los buses. Los bloqueos han complicado aún más el tránsito en la región, subrayando la necesidad de una respuesta rápida y coordinada por parte de las autoridades para resolver esta crisis y garantizar la movilidad de los ciudadanos.
