Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Las cuencas de Tarija se encuentran bajo el asedio de una prolongada sequía que está generando una emergencia crítica para los regantes de la región. Mateo Flores, presidente de los regantes de Tarija, ha hecho sonar la alarma sobre la devastación que esta sequía está provocando en la agricultura local y la vida de los habitantes de la zona.
La sequía está teniendo un impacto drástico en las cuencas, y según Flores, el problema es particularmente severo en áreas como la cuenca del Bermejo, desde Padcaya hacia abajo, así como en la cuenca de Orosas y la cuenca del Pilcomayo. La falta de precipitaciones ha llevado a una pérdida significativa de producción, estimándose en un alarmante 70%.
El presidente de los regantes de Tarija expresa una creciente preocupación por las perspectivas futuras. Advierte sobre el riesgo de lluvias intensas que podrían agravar aún más la situación.
“Ojalá de que con toda esta sequía y calor no vengan unas lluvias locas que nos acaben de rematar la producción” asevero el dirigente.
El acceso al agua se ha vuelto cada vez más restringido, lo que está afectando la disponibilidad de productos agrícolas esenciales, como los carosos y cítricos.
“Están siendo afectados los cítricos frutas y carosos y también el tema de algo de hortalizas, tomate Papa ya hay que reducir, ya no plantar mucho porque no te alcanza el agua, está llegando a los mercados muy racional” afirmo.
Flores destaca la gravedad de la sequía, ya que su impacto se extiende más allá de la agricultura, amenazando la vida de la comunidad. La falta de agua no solo pone en riesgo la producción de alimentos, sino que también afecta la disponibilidad de agua para consumo humano y riego, lo que resulta en un escenario de emergencia.
En respuesta a esta crisis, Flores hace un llamado a la reforestación y a la gestión y conservación de cuencas como soluciones a largo plazo.