Una mujer fue secuestrada por encapuchados, vejada sexualmente y abandonada en la vía pública. El crimen, cometido el 20 de abril por la noche, fue denunciado oficialmente días después, activando el protocolo de atención integral. Las autoridades investigan el caso y ya se tomaron declaraciones en cámara Gesell.
Según informaron fuentes policiales de manera preliminar, el hecho de brutal violencia sexual alertó a los vecinos del barrio Loma de San Juan, luego de que una mujer de 32 años fuera víctima de un secuestro, tortura y violación múltiple a manos de dos individuos aún no identificados. Según el testimonio de la víctima, recogido en la denuncia formalizada el pasado 29 de abril, el ataque ocurrió el sábado 20 a las 19:00 horas aproximadamente, cuando la mujer se dirigía a comprar pasteles por la calle Corazón de Jesús, camino al puente San Martín.
En ese trayecto fue interceptada por dos sujetos encapuchados que, con extrema violencia, la inmovilizaron cubriéndole los ojos y la boca, y la subieron por la fuerza a un vehículo —presuntamente un taxi—. En el interior del motorizado, uno de los agresores la amenazó con un cuchillo en la espalda para que no gritara, mientras ambos procedían a atarla de pies y manos y vendarle los ojos. La llevaron rumbo desconocido hasta una vivienda, donde continuó el horror.
Dentro de ese domicilio, la víctima fue introducida en un cuarto, atada al pie de una catrera y despojada de su ropa para ser obligada a vestir un vestido negro. Luego, con extrema crueldad, le levantaron el vestido hasta la cintura, profiriendo insultos y amenazas, ignorando sus súplicas, donde incluso mencionó que era madre de una niña pequeña. Ante sus ruegos, uno de los atacantes le exigió que guardara silencio, tras lo cual procedieron a vejarla, causándole severo dolor físico y trauma psicológico.
No contentos con la agresión, los delincuentes exigieron bajo amenaza de cuchillo la contraseña de su teléfono celular, a lo que la víctima accedió por miedo a que le hicieran más daño. Posteriormente fue retirada del lugar aún amarrada, y abandonada en un sector desolado de la avenida Integración, donde logró liberarse por sus propios medios.
Tras el hecho, y con ayuda del Servicio Legal Integral Municipal (Slim), la mujer logró formalizar su denuncia ante la autoridad competente. La víctima declaró en cámara Gesell y actualmente recibe atención psicológica especializada.
Una representante del Slim indicó que solicitaron las grabaciones de cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar a los agresores, quienes actuaron encapuchados, dificultando su reconocimiento. También se confirmó que los agresores se movilizaban en un taxi, lo que abre nuevas líneas de investigación respecto a los vehículos que circularon por el sector a esa hora.
