Una joven de 22 años rompió el silencio y denunció haber sido víctima de abuso sexual en el barrio 101 Familias. El hecho, ocurrido en agosto de 2024, fue mantenido en secreto por miedo, ya que el agresor la habría amenazado con mostrar fotos íntimas y con “hacerla desaparecer” si contaba lo sucedido. La denuncia fue formalizada recién el 3 de mayo de este año.
Otro caso de violencia sexual se suma a la ya alarmante lista de agresiones contra mujeres en el país. Según fuentes policiales, se conoció preliminarmente que esta vez, la víctima, una joven de 22 años, decidió dar el paso y denunciar ante la Policía un hecho que habría ocurrido meses atrás, pero que la marcó física y psicológicamente. El ataque ocurrió el 4 de agosto de 2024, alrededor de las 18:45 horas, en un domicilio particular ubicado en el barrio 101 Familias.
Según el testimonio formalizado por la víctima el pasado 3 de mayo de 2025, todo comenzó cuando el agresor —a quien conocía previamente— la obligó a acudir a su casa pese a que ella se negó inicialmente, indicando que debía salir con su madre. La negativa provocó una amenaza directa: le advirtió que si no iba, difundiría fotos privadas suyas con su familia. Presionada y temerosa de la humillación, la joven accedió y se dirigió al domicilio.
Una vez en el lugar, según el relato, fue recibida de forma agresiva. El sujeto la habría tomado del brazo con fuerza, la arrojó al piso y la despojó violentamente de su ropa. La víctima gritó, lloró y pidió que no la tocara, rogando que la dejara marcharse. Sin embargo, el agresor hizo caso omiso a sus súplicas y procedió a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. La joven, entre llanto y gritos de auxilio, intentó resistirse, pero el ataque se consumó bajo completa violencia.
Tras la agresión, el individuo no solo le prohibió hablar del hecho, sino que la amenazó con atentar contra su vida y la de su familia, asegurándole que tenía “amigos que pueden hacerte desaparecer”. Estas amenazas generaron un prolongado silencio en la víctima, quien vivió en constante temor durante los meses siguientes.
Recién el 16 de abril de este año, le contó lo sucedido a sus padres, quienes de inmediato acudieron con ella a las autoridades para formalizar la denuncia. El caso fue asignado a la División de Delitos Contra las Personas.
La denuncia fue aperturada de manera oficial y el proceso avanza con la toma de declaraciones, recolección de pruebas y medidas de protección para la denunciante.
