En dos casos de estafa ocurridos en la ciudad de Tarija, dos personas cayeron en engaños a través de mensajes de WhatsApp, donde los sindicados se hacían pasar por amistades cercanas para pedir dinero mediante transferencias QR. Ambos hechos, ocurridos en días consecutivos, evidencian cómo los delincuentes utilizan las redes sociales para cometer fraudes, aprovechándose de la confianza de sus víctimas.
El primer incidente sucedió el 31 de marzo de 2025, cuando Rodrigo, un hombre de 46 años, recibió un mensaje aparentemente amistoso a través de WhatsApp. El remitente, que se hacía pasar por un amigo cercano, solicitó un préstamo de 700 bolivianos, argumentando una supuesta urgencia. Confiado, este no dudó en realizar el depósito mediante un código QR. Fue solo momentos después cuando se dio cuenta de que había sido estafado, pues el mensaje no provenía de su verdadero amigo, sino de un delincuente que había usurpado su identidad. Desconcertado, decidió denunciar el hecho ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), solicitando que se tome acción conforme a la ley.
El segundo caso ocurrió el 1 de abril de 2025, cuando una joven de 19 años, también fue víctima de una estafa. En su caso, el delincuente se presentó igualmente como un conocido y solicitó un préstamo de 450 bolivianos a través de un mensaje en WhatsApp. Tras realizar el depósito mediante un código QR, esta rápidamente se percató de que había sido engañada, ya que no era la persona que decía ser. Al igual que el otro denunciante, decidió formalizar la denuncia ante la Felcc para que el caso fuera investigado y los responsables fueran identificados.
Ambos casos fueron asignados a la Felcc, donde el investigador comenzó la investigación correspondiente. La Policía, al recibir las denuncias, ya trabaja en la identificación del sospechoso, que, en ambos casos, utilizó métodos similares para llevar a cabo las estafas.