El presidente Luis Arce, en una amplia explicación, defendió su gestión en el ámbito económico, aseguró que “pese a todo y a todos, nos está yendo bien”, que Bolivia es la tercera economía con mejor crecimiento de la región, y la segunda más estable por su bajo nivel de inflación. Todo esto en una gestión que apunta al cierre del actual modelo económico, para entrar de lleno al siguiente nivel que es la fase de la industrialización.
El jefe de Estado, en una sorpresiva convocatoria a los periodistas, también habló de política y la situación del sistema judicial. Identificó al expresidente Evo Morales como su principal opositor, que no cumplió su palabra y apuntó a la Asamblea Legislativa como la única responsable de que este año termine sin elecciones judiciales y con un Órgano Judicial que se prorrogó en su mandato. Subrayó además, que como Órgano Ejecutivo, no tiene responsabilidad en esta crisis.
Morales le respondió que lamenta mucho que “el presidente Luis Arce use la mentira para justificar la derechización de su gobierno, la protección al narcotráfico y la corrupción y los problemas económicos causados por su falta de previsión. Además de eso, trata de usurpar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo”.
Aunque el tema central que abordó ampliamente el presidente Arce fue de orden económico, la prensa no perdió oportunidad para consultarle su postura sobre el fallo que emitió el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) en el que dispuso “la continuidad o prórroga del mandato” de las actuales autoridades del Órgano Judicial, mientras no se realicen las elecciones pendientes.
El Legislativo es responsable
Arce subrayó que toda la responsabilidad en este problema es de los legisladores que elaboraron una convocatoria para la preselección de postulantes que fue observada por el Tribunal Supremo de Justicia y calificada como inconstitucional por el TCP. Si el Legislativo no hubiera incurrido en aquello en estas fechas “ya deberíamos estar con los resultados de las elecciones” para nuevos magistrados.
“¿De quién es la responsabilidad de la elección de los magistrados y todo el Órgano Judicial?, ¿es responsabilidad del Gobierno nacional?, pregunto, ¿es nuestra responsabilidad? No. La Constitución Política del Estado establece claramente que es un tema del Órgano Legislativo. Ellos son los que en realidad han generado todo este problema, no nosotros como Gobierno nacional ni nuestra bancada”, dijo Arce.
No obstante, para el mandatario boliviano, la elección judicial no iba a resolver la crisis por la que atraviesa el sistema judicial. “Si la población está creyendo que la elección de magistrados del Órgano Judicial va a resolver el problema de la justicia en nuestro país, se equivoca (…) no se resuelve con las elecciones judiciales el problema de la justicia”.
El 12 de diciembre, faltando 19 días para la finalización de su mandato los magistrados del TCP emitieron una resolución que dispone “la continuidad o prórroga” de todas las autoridades electas del Órgano Judicial mientras el Legislativo no convoque a elecciones. La oposición y ‘evistas’ calificaron como un “golpe judicial”, anunciaron procesos penales y juicios de responsabilidades y que activarán una serie de mecanismos para impedir que los tribunos continúen en sus cargos.
“No cumplió su palabra”
Otro tema que no pasó desapercibido es la relación rota del presidente Arce con el expresidente Evo Morales. El jefe de Estado validó al líder cocalero como su “principal opositor”, que la gran diferencia que los separa es que Morales no supo respetar a las organizaciones sociales que fundaron el MAS-IPSP y que no cumplió su palabra después que ambos quedaron de acuerdo en no hablar de candidaturas hasta 2024, un año antes de las elecciones. “Hemos visto claramente que el compañero Evo se ha convertido en nuestro principal opositor, así lo identifica la población. Nosotros lamentamos que haya pasado eso”, dijo Arce.
Agregó que su “principal diferencia” con Morales es que él excluyó a las tres organizaciones fundadoras del MAS: Campesinos, bartolinas e interculturales, de la gestión y manejo del partido. “No es correcto que se los excluya (…) son ellos los que tienen que decidir y lamentablemente se los ha dejado al margen” dijo Arce a los periodistas.
Son contadas las ocasiones en las que Arce habla de Morales en público. En cambio, el líder del MAS, le dedica mensajes cotidianos . Ayer, el jefe de Estado anotó que otro hecho que lo separó de Morales fue que él se haya metido de lleno a una carrera electoral pese a que hubo un acuerdo entre ambos de no hacerlo.
“Nosotros no estamos en carrera electoral, lamentamos que haya incumplido su palabra, el compañero Evo, de no hablar de esto, porque así lo habíamos decidido en una reunión en Sacaba donde estaban las organizaciones sociales”.
Morales replicó que responderá en detalle hoy en conferencia de prensa. “Como en tiempos del neoliberalismo, la derecha renovada usa jueces y vocales del TSE para intentar proscribirnos. El movimiento indígena, campesino y popular nunca nos rendiremos ni claudicaremos. ¡La lucha sigue hermanas y hermanos!” escribió en su cuenta de X.
Gestión económica
El presidente Arce, munido de datos y de una labia de economista, utilizó 56 minutos de su encuentro con los periodistas para destacar los logros macroeconómicos en sus tres años de gestión. Dijo que pese a todas las críticas y ataques a su gobierno, a los bolivianos “nos está yendo bien” y eso se demuestra en que Bolivia es la “tercera mejor economía de la región” y la segunda más estable.
“La supuesta crisis económica se genera desde la opinión pública, pero no desde la realidad económica por los indicadores que les voy a mostrar”, dijo Arce. Anotó que este año en Bolivia el crecimiento del PIB es del 2.21%, por debajo de Brasil con 3.7% y Paraguay que está con un crecimiento de 5.3%. Destacó que la inflación acumulada a noviembre de este año es de 1.48%, porcentaje que sitúa a Bolivia en la segunda más baja de la región. Arce atribuye el control de la inflación a los programas de inversión que su gobierno hizo en el sector agropecuario con la producción de hortalizas, frutas y todos los alimentos de la canasta familiar y controlando la estabilidad de precios en los mismos.
Todo este escenario es resultado de la implementación del modelo económico social comunitario productivo, que se implementa desde la primera gestión de Evo Morales. Para Arce la primera fase de este modelo con la redistribución de ingresos a la población mediante bonos, ya está consolidada, por lo que impulsa la segunda fase con la industrialización. El jefe de Estado habla de un cierre.
“El modelo es generación de ingresos a través de la producción de materias primas, pero no puede quedarse ahí, porque lo hemos dicho siempre nosotros, que los recursos naturales para los bolivianos, en algún momento de la historia van a concluir si se acaba el gas, si se acaban los minerales, ¿de qué vamos a vivir los bolivianos?, hay que generar esa parte industrializadora para que se acelere la cantidad de ingresos que percibe la población”, dijo el presidente Arce.
El jefe de Estado dijo que en el mercado interno circula más el dólar estadounidense que la moneda local lo que le preocupa y dijo que se debe impulsar la bolivianización.