Economista alerta que la seguridad alimentaria en Bolivia está en riesgo 

Por Rosy Sánchez/El Andaluz 

El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, indicó que si bien Bolivia no se encuentra dentro de los cinco países con mayor riesgo de hambruna, el país registra una escasez de alimentos, lo que podría derivar en una crisis alimentaría los próximos meses. 

La escasez de carburantes, la falta de divisas, el incremento en los precios y el carecimiento de productos, son factores que ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las familias, tomando en cuenta que se registran filas para adquirir los productos básicos como; el arroz, el aceite, huevos, harina, entre otros. 

“Mientras continúe este proceso inflacionario en el país, hace que sea mas difícil comprar alimentos, si hacemos sondeos con la población, cada las personas están comiendo menos y alimentándose de forma inacuada que puede derivar en la desnutrición”, señaló el economista Romero. 

El profesional explicó que una mala alimentación puede derivar en problemas de salud, nuevas enfermedades, bajo rendimiento educativo y otros factores que pueden afectar el normal crecimiento de niños y adolescentes. 

“Mientras falten carburantes y sean costoso importar importar las materias primas e insumos que son necesarios para la producción agrícola, esto a mediano plazo traerá consecuencias importantes en las cuales no se pueda garantizar la provisión de alimentos”, alertó Fernando Romero. 

El ejecutivo dela Central Campesina de Cercado, Rivelino Zenteno coincide con el profesional y señala que los costos de los insumos, principalmente fertilizantes duplicaron sus costo, esto ha llevado a una reducción significativa de la producción agrícola. 

“Lamentablemente no estamos pudiendo cubrir la hoja de costos de producción, muchos productores están trabajando a pérdida y esto hace que muchas de las familias dejen de producir. De continuar esta situación se pone en riesgo el abastecimiento de los productos a los diferentes mercados”, señaló el dirigente. 

De igual forma manifiestan su preocupación por la diferencia entre el aumento de los precios de los insumos y la reducción de los precios de los productos agrícolas que comercializan, es el claro ejemplo del precio del tomate que tiene un costo de bs. 35 la caja, mientras que el costo de producción asciende a bs. 50 por caja, generando pérdidas para las familias. 

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