Un hombre fue hallado sin vida la mañana del 16 de abril en una plaza del barrio 101 Familias, tras haber sido visto por última vez saliendo de una discoteca acompañado por dos mujeres. Las cámaras de seguridad y los primeros indicios apuntan a que la víctima habría sido drogada con el objetivo de ser despojada de sus pertenencias. Las sospechosas, ayer aprehendidas, fueron captadas retirándose del lugar en un vehículo sin placa minutos antes de que el hombre colapsara y falleciera.
Según el informe preliminar, la víctima que desempeñaba como cobrador de canchajes en los mercados municipales, fue contactada en el interior de un local nocturno la tarde del 15 de abril. Luego, fue llevada por las sindicadas hasta una banca en la plaza del barrio, donde permanecieron durante la madrugada. A las 04:20 a.m., la víctima accedió por última vez a su teléfono celular. Diecinueve minutos después, las mujeres fueron vistas abordando un motorizado sin placa de control. A las 04:42 a.m., el hombre cayó repentinamente al suelo. Nadie lo auxilió. Horas más tarde, fue encontrado sin vida, recostado en posición de cúbito dorsal derecho.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen(Felcc) inició las investigaciones bajo la figura de homicidio culposo, mientras el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) trabaja en los estudios toxicológicos para determinar si el fallecimiento fue provocado por la ingesta de alguna sustancia química. Las sindicadas, de 21 y 25 años, fueron detenidas y están siendo procesadas.
El caso fue asignado a un sargento, quien bajo la dirección del Ministerio Público analiza también el flujo de pertenencias y conexiones digitales de la víctima, a fin de esclarecer si existió premeditación o si el hecho se enmarca en una posible modalidad delictiva recurrente.
Las personas que lo conocieron y sus familiares piden justicia y que se esclarezca cómo y por qué terminó la noche con un desenlace fatal.
“Era una buena persona, para que decir, de verdad nos enteramos de la noticia, nos puso triste, eso…el conversaba a veces, venia a comer, el cobraba canchajes en los mercados, y era sencillo”, contó una mujer que lo conocía.