Tras un proceso judicial que reveló detalles escalofriantes de una relación marcada por la manipulación, el abuso de confianza y el silencio forzado, el Juzgado de Sentencia Penal, Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Noveno de la capital tarijeña sentenció a 15 años de cárcel en el penal de Morros Blancos a Iver A. A., de 50 años de edad, por el delito de abuso sexual con agravante en contra de una niña de apenas 12 años. La condena fue dictada luego de que el Ministerio Público demostrara con pruebas contundentes su responsabilidad en los hechos.
Sandra Gutiérrez, fiscal departamental, informó que durante la audiencia de juicio oral, el equipo fiscal presentó una batería de evidencias que dejaron sin espacio a la duda. Entre las pruebas se incluyeron la entrevista de la víctima en cámara Gesell, peritajes psicológicos, exámenes médicos, además de declaraciones testificales que coincidían en el patrón de conducta del acusado. Todo este material fue valorado por el tribunal, que emitió la sentencia de manera unánime.
“El Ministerio Público actuó con celeridad y rigor. Se recolectaron todos los elementos necesarios para demostrar que este hombre no solo abusó de la confianza de la menor, sino que lo hizo de manera sistemática durante un tiempo prolongado. Hoy podemos decir que se ha hecho justicia para esta niña y su familia”, expresó Gutiérrez.
Eiver Giovanni Fernández, fiscal asignado al caso, reveló que los abusos comenzaron en el año 2020 y se prolongaron hasta 2022. Durante ese tiempo, la víctima acudía con frecuencia a la tienda de Iver, ubicada en un barrio de la ciudad de Tarija. El ahora condenado, valiéndose de su cercanía con la comunidad y de su imagen de comerciante confiable, fue ganándose poco a poco la confianza de la niña, hasta someterla a toques impúdicos en reiteradas ocasiones.
Los hechos se mantuvieron ocultos durante dos años, ya que la menor, como sucede en muchos casos de violencia sexual infantil, fue envuelta en un círculo de miedo, vergüenza y confusión. Fue recién el 1 de septiembre de 2023 cuando decidió contarle a su madre lo que venía sufriendo. La progenitora, al conocer el horror vivido por su hija, no dudó en acudir a la Fiscalía Departamental, donde formalizó la denuncia.
Desde entonces, se activaron todos los mecanismos de protección y atención a víctimas menores de edad. La Fiscalía actuó de inmediato, brindando contención psicológica, acompañamiento legal y apoyo permanente a la familia, al mismo tiempo que construía un caso sólido para llevar a juicio al agresor.
