Un nuevo caso de violencia familiar fue conocido en la Policía, cuando una mujer de 33 años, acudió a instancias policiales el pasado 17 de marzo de 2025, para denunciar a su pareja, también de 33 años, por presuntos delitos de violencia física y psicológica, donde el sindicado la golpeó y abuso sexualmente.
Según el relato de Laura, en informe preliminar, ese día se encontraba en casa de su pareja, donde ambos habían organizado un asado con algunos amigos. Sin embargo, la situación tomó un giro violento cuando el agrespr, aparentemente alterado por el consumo de bebidas alcohólicas, comenzó a tornarse agresivo. En medio de la reunión este le dijo a la víctima que iría a su casa a recoger sus pertenencias. Temiendo que la situación se saliera de control, esta aceptó, pero con la condición de que una amiga de ella que estaba en el lugar la acompañara para brindarle seguridad.
Al llegar a su casa, la afectada pidió a su amiga que la acompañara a entrar, ya que temía que su pareja pudiera agredirla. Pero, al acercarse a la puerta de la vivienda, el sindicado reaccionó violentamente. Empujó a la amiga de la denunciante y cerró la puerta en su cara. Fue en ese momento cuando comenzó la brutal agresión. El hombre, enfurecido, agarró a Laura del cuello y la amenazó, preguntándole si conocía a la mujer que había acompañado al taxi.
La agresión física no se hizo esperar. Deyvid comenzó a golpear a Laura con puñetazos y manazos, mientras la insultaba y le exigía abrir la puerta de su cuarto. Cuando la agredida logró abrir la puerta, su pareja la tiró contra la cama, golpeándola contra la pared. Luego comenzó a morderle el labio y a golpearla en la cabeza y en todo su cuerpo. En un acto de desesperación, ella intentó defenderse, pero la agresión no cesaba. El violento continuó asfixiándola, apretándole el cuello con tanta fuerza que le dificultaba la respiración.
En medio del ataque, el agresor le arrancó el reloj y la ropa interior, y comenzó a introducir sus dedos en su zona genital, intentando penetrarla. Sin embargo, el acto fue interrumpido cuando alguien tocó la ventana de la habitación. A pesar de las amenazas de este individuo de matarla y las agresiones continuas, la mujer logró mantener la calma y no dejar de llorar. En un último esfuerzo por escapar de la situación, abrió la ventana que daba a la calle y, con mucho miedo, entregó su llave a los policías.
Los uniformados ingresaron al domicilio y procedieron a arrestar a este peligroso sujeto, quien fue trasladado a las dependencias de la FELCV para ser puesto a disposición del Ministerio Público.