Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Rodrigo Fuensalida, presidente de la comisión del comité cívico de Tarija para el seguimiento al Censo 2024, dio a conocer una realidad preocupante en Bolivia: la existencia de numerosos municipios con poblaciones extremadamente reducidas, lo que plantea serios desafíos para su viabilidad económica y desarrollo.
Según los resultados preliminares del Censo 2024, Bolivia cuenta con 75 municipios que tienen menos de 5,000 habitantes, de los cuales 11 ni siquiera alcanzan los 1,000 residentes. Esta situación es particularmente grave en departamentos como Oruro, donde 21 de sus 34 municipios no superan los 5,000 habitantes.
Fuensalida ejemplifica esta problemática con el caso del municipio de La Ribera, en Oruro. Con apenas 381 habitantes, de los cuales solo 68 están en edad escolar, este municipio recibe un presupuesto anual de 75,000 bolivianos. “Estos recursos apenas alcanzan para mantener al alcalde y a cinco concejales, sin dejar prácticamente nada para temas productivos, salud o educación”, señaló Fuensalida.
Según el presidente de la comisión de seguimiento este municipio tiene potencial pero no hay presupuesto para desarrollar programas productivos
“Esta es la realidad del país y tiene que cambiarse”, afirma Fuensalida. “Debe cumplirse con lo que dicen nuestras normas y leyes, y estos municipios tienen que fusionarse”.
El presidente de la comisión argumenta que estos municipios carecen de recursos económicos para subsanar sus deficiencias y apoyar el desarrollo productivo, lo que contribuye a la migración de sus habitantes.
La situación es aún más crítica cuando se considera que el presupuesto asignado a estos pequeños municipios se destina principalmente a gastos de funcionamiento, dejando poco o nada para inversión en áreas cruciales como producción, salud y educación. “Estos municipios son inviables económicamente”, sostiene Fuensalida.
La normativa vigente en Bolivia establece la fusión de municipios con menos de 5,000 habitantes. Sin embargo, la implementación de esta medida ha sido lenta y encuentra resistencia en algunos sectores. Fuensalida insiste en que es imperativo cumplir con esta disposición para garantizar una administración más eficiente de los recursos y mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Aunque en Tarija no existen municipios con menos de 5,000 habitantes, Fuensalida advierte que la disminución de la población en algunas áreas podría llevar a una reducción en los recursos de participación. “Debe verse cómo se va a atender a estos municipios, sobre todo en el tema productivo, para que la población se quede en ellos”, culminó.