Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
El Gobierno, mediante el Ministerio de Economía, ha instruido a las entidades del sector público una política de austeridad, que consiste en racionalizar y/o reducir sus gastos sin afectar su funcionamiento.
El anuncio fue realizado mediante un comunicado, emitido este martes por el Ministerio de Economía.
La reducción de gastos va desde los viáticos, pasando por la imprenta, pasajes, llegando incluso a los vehículos y teléfonos celulares.
También sugiere a las entidades públicas reducir en “servicios de imprenta, optando para la difusión de sus publicaciones, memorias institucionales y otros, en medios electrónicos y pagina web institucional”.
En medio de la instrucción del Gobierno sobre políticas de austeridad, el economista Fernando Romero destaco las buenas intenciones del gobierno, pero cuestiono su efectividad real en la corrección del gasto público sostenido y el persistente déficit fiscal.
Romero, expresó que, si bien las medidas son demagógicas, carecen de una dirección específica para abordar los problemas fiscales arraigados que Bolivia enfrenta desde hace más de una década. «No va a afectar el gasto público y el déficit fiscal sostenido que tenemos hace 11 años atrás», advierte.
El economista enfatiza la necesidad de establecer metas más específicas y estructurales para la reducción del gasto corriente, sugiriendo un enfoque más riguroso. «Creo que uno tiene que obrar con un ejemplo y realmente el Gobierno tiene mucho por hacer en ese tema», comenta Romero, señalando la venta del avión presidencial como un gesto simbólico de austeridad.
La falta de detalles en las medidas también es objeto de crítica por parte de Romero. Indica que el 75% de los gastos corrientes se destinan a sueldos y salarios, así como a bienes y servicios, y propone políticas fiscales más estrictas y estructurales para abordar el elevado gasto público.
«El Gobierno tiene mucho por hacer en este tema, pero creo que es muy importante que se tomen medidas más estructurales», insiste Romero. Además, destaca la importancia de abordar la subvención de hidrocarburos, un área que ha generado un gasto significativo de 1808 millones de dólares. Romero aboga por un control más efectivo contra el contrabando y su uso ilícito en actividades como el narcotráfico y la minería ilegal.
El economista sugiere que, para lograr un impacto significativo en las finanzas públicas, se requieren medidas más profundas y focalizadas en los problemas estructurales que afectan al país.
La austeridad, según su análisis, debe ir más allá de la retórica y abordar las raíces del déficit fiscal que persiste en Bolivia.