Natalia López/El Andaluz
Este martes, YPFB y diversas instituciones conmemoraron el centenario del pozo Bermejo 2, un hito significativo en la historia petrolera de Bolivia. Ubicado en la región sur del país, este pozo ha sido no solo el más antiguo en producción continua, sino también un símbolo de la importancia histórica y económica de Bermejo en el sector de los hidrocarburos desde su descubrimiento el 25 de junio de 1924.
El pozo, que aún produce 37 barriles diarios de petróleo de alta calidad con una densidad de 26 API, ha aportado significativamente al desarrollo energético del país a lo largo de un siglo, sumando un total de 1.190.000 barriles extraídos. Durante la celebración, Willman Yabeta, vicepresidente de Administración, Contratos y Fiscalización de YPFB, destacó la importancia histórica del pozo Bermejo 2 y su contribución continua a la industria petrolera boliviana.
El evento contó con la presencia de autoridades locales como el alcalde de Padcaya, William Guerrero, y el concejal de Bermejo, Never Vega, quienes resaltaron la necesidad de reconocer a Bermejo como la capital petrolera del país. Guerrero afirmó que el descubrimiento de este pozo es fundamental para la identidad económica de la región, subrayando su papel histórico en comparación con otras ciudades petroleras como Camiri.
Por su parte, el concejal Vega enfatizó la importancia de que YPFB otorgue mayor atención y jerarquía a la región de Bermejo, subrayando la necesidad de desarrollar iniciativas como la creación del Museo Nacional del Petróleo, propuesta que aún no ha sido implementada por la estatal petrolera.
Rubén Reyes, asambleísta local, expresó su preocupación por el supuesto olvido y falta de reconocimiento hacia Bermejo, mencionando que en 2004 se aprobó una ley para declarar a la ciudad como un centro petrolero y al pozo Bermejo 2 como monumento nacional. Sin embargo, señaló que aún quedan pendientes acciones concretas como la creación del museo mencionado.
El centenario del pozo Bermejo 2 no solo celebra un hito en la producción petrolera de Bolivia, sino que también resalta la necesidad de reconocer y preservar la memoria histórica de los lugares que han sido fundamentales para el desarrollo energético del país durante décadas.