REDACCIÓN CENTRAL/TINTA ROJA
Cerca de las 19:00 horas, los bomberos de la policía, junto a un equipo de la FELCC, un fiscal, un médico forense y personal de laboratorio, se desplazaron al interior del río Guadalquivir para realizar el levantamiento legal del cadáver de un hombre de aproximadamente 50 años. Las prendas del desafortunado yacían atrapadas en los gaviones del río, al nivel del mencionado barrio y el cuerpo presentaba lesiones por golpes en la cabeza.
Las primeras informaciones proporcionadas por los vecinos describen al fallecido como un pastor conocido y apreciado en la comunidad.
«Era una buena persona», afirmaron, con una mezcla de tristeza y consternación en sus rostros. «Cuidaba ovejitas y vaquitas. Siempre compraba bicarbonato, solo coqueaba, pero nunca le vimos borracho. Era buena gente». Estas palabras resuenan en las calles de Aranjuez, donde el hombre se ganó el respeto y cariño de quienes le conocían.
El pastor, cuya identidad se reservó hasta la notificación completa a sus familiares, era descrito como un hombre sencillo y trabajador. Nunca se le vio involucrado en problemas ni se le conocieron hábitos de bebida que pudieran haberle conducido a un destino tan trágico. Sin embargo, el cuerpo presentaba señales evidentes de violencia: golpes en la cabeza que hacen suponer un posible homicidio.
El desconcierto y la preocupación se apoderó de los residentes del barrio., ya que, en el lugar del hallazgo, un vecino lamentó la falta de luminarias, un problema recurrente que no solo dificulta la visibilidad, sino que también aumenta el riesgo de actos delictivos.
«Nosotros pedimos que la Policía venga más seguido por aquí», comentó. «Hay parroquianos que de vez en cuando vienen a tomar, y también jóvenes que llegan en motos. La presencia policial es escasa, y eso nos preocupa».
El testigo, con voz temblorosa y llena de indignación, insistió en la necesidad de mejorar la seguridad en la zona.
«No suelen ocurrir hechos delincuenciales con frecuencia, pero la falta de iluminación es un problema serio. La Policía debe patrullar más», expresó el lugareño.
Debido a las condiciones adversas del lugar, la revisión exhaustiva del cadáver no pudo realizarse en el sitio del hallazgo. La oscuridad reinante imposibilitó al equipo forense realizar una evaluación adecuada, por lo que se decidió trasladar el cuerpo a la morgue para continuar con las investigaciones. El fiscal asignado al caso, cuya identidad también se mantiene en reserva, comentó: «Por las características del lugar, la falta de buena iluminación nos imposibilitó revisar el cuerpo aquí. Procederemos con la revisión ahora en la morgue».
El fiscal aseguró que, aunque ya se ha logrado identificar al fallecido, las causas precisas de su muerte se determinarán tras la autopsia. No se descarta que haya sido víctima de un brutal ataque, dada la naturaleza de las lesiones observadas.






