MANFRED ASEGURA CONTAR CON SOLUCIONES PARA EL PAÍS, PERO CONSIDERA TEMPRANO DISCUTIR CANDIDATURAS

Natalia López/El Andaluz

Manfred Reyes Villa está comenzando a considerar seriamente su posible candidatura para las elecciones presidenciales de 2025 en Bolivia. Sin embargo, a pesar de la especulación y el interés público, se muestra reticente a comprometerse completamente en este momento. En una entrevista con el diario Los Tiempos, compartió su postura en relación con el actual escenario político, enfatizando su intención de no buscar alianzas y de evitar sumarse a lo que él considera una «temprana» electrolización del panorama político, que actualmente se centra en el presidente Luis Arce.

Reyes Villa hizo hincapié en que tiene propuestas y planes concretos para impulsar la economía y mejorar la situación del país, pero al mismo tiempo, reiteró que aún es demasiado pronto para hablar abiertamente sobre su candidatura. Señaló que considera irresponsable ser candidato en este momento, dado que percibe que la actual situación política está marcada por intentos de utilizar el adelanto de elecciones como un medio para derrocar al gobierno, en lugar de abordar efectivamente los desafíos económicos y sociales que enfrenta Bolivia.

El político cochabambino expresó su escepticismo sobre la idea de que la renuncia del presidente Arce resolvería la crisis, argumentando que esto podría resultar en una situación aún más difícil para la economía del país. Además, cuestionó la capacidad de aquellos que promueven activamente esta idea para ofrecer soluciones efectivas a los problemas que enfrenta Bolivia en la actualidad.

En cuanto a posibles alianzas políticas, Reyes Villa dejó en claro que no está considerando pactos con ciertos sectores de la oposición, marcando distancias especialmente con figuras como Luis Fernando Camacho, Samuel Doria Medina y Carlos Mesa.

A pesar de su cautela y su negativa a comprometerse prematuramente, Reyes subrayó que la discusión sobre elecciones y candidaturas debería esperar hasta que exista un marco legal claro y una convocatoria oficial. En última instancia, deja entrever que cualquier decisión futura sobre su candidatura dependerá de las circunstancias políticas y legales que se presenten en el futuro.

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