Intendencia afirma que el precio de la harina se mantiene: “El quintal está en bs. 200 no en bs. 240”

Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ

En medio de la creciente preocupación por el aumento de precios en la canasta básica, los panificadores de la ciudad de Tarija se han visto obligados a tomar medidas drásticas. Dilbert Flores, dirigente de los Panificadores de Lajas, anunció el día lunes 12 de mayo que debido al alza en los costos de la harina, la manteca y el azúcar, sumado al inminente incremento en el precio de los pasajes, el sector ha decidido reducir el tamaño del pan con el fin de compensar estos desafíos económicos.

La noticia ha generado gran revuelo en la población tarijeña, ya que el pan es un alimento básico y de consumo diario para muchas familias. Ante esta situación, las autoridades municipales y los representantes de defensa del consumidor han manifestado su preocupación y han convocado a mesas de diálogo con el sector panificador.

Carlos Camacho, Intendente Municipal de Tarija, expresó su disposición a entablar conversaciones y buscar soluciones conjuntas. “No es posible que todo lo que esté subiendo, como el tomate y la papa, se deba reflejar en el precio o tamaño del pan, que es un producto de consumo diario para todos los tarijeños”, señaló Camacho.

El Intendente Municipal también cuestionó las cifras presentadas por los panificadores sobre el supuesto aumento del costo del quintal de harina. “En nuestras intervenciones en los mercados municipales, hemos constatado que el precio del quintal de harina no supera los 200 bolivianos, contrario a lo que ellos manifiestan de 240 bolivianos”, afirmó.

Por su parte, Nushenka Gaite, Concejal Municipal de Tarija, lamentó la decisión de los panaderos de reducir el tamaño del pan. “Hemos escuchado que el pan subirá de precio porque los insumos de la canasta familiar y el transporte también aumentarán a nivel nacional. Esto es un sinónimo del mal manejo que está teniendo el gobierno nacional en la administración de nuestro país”, expresó Gaite.

La Concejal Municipal enfatizó la importancia de evitar un impacto significativo en las familias tarijeñas, especialmente aquellas de escasos recursos. “Queremos sentarnos en una mesa de diálogo con los panaderos, escuchar sugerencias y aportar soluciones para que la reducción del tamaño del pan no sea tan impactante”, manifestó.

Gaite reconoció que los panificadores no son los culpables directos, ya que están reaccionando ante el aumento de los insumos, pero insistió en la necesidad de encontrar alternativas que no afecten gravemente a la población. “Vamos a coordinar con la Intendencia para realizar los controles correspondientes y evitar una reducción drástica del tamaño del pan, porque eso afectaría enormemente a los tarijeños”, agregó.

Según los reportes, actualmente el tamaño del pan en algunos centros de abasto oscila entre 60 y 75 gramos, lo cual es considerado injusto por las autoridades municipales, quienes buscan mantener tanto el precio como el peso del producto.

La situación que enfrentan los panificadores de Tarija no es un caso aislado, sino que refleja una problemática más amplia en torno al aumento de precios de los productos básicos en Bolivia. El alza en los costos de la harina, la manteca y el azúcar, insumos esenciales para la elaboración del pan, ha puesto en jaque a este sector.

Además, el anuncio de un incremento en el precio de los pasajes a nivel nacional representa un nuevo desafío para los panificadores, quienes también usan el transporte público

En este contexto, la decisión de reducir el tamaño del pan surge como una medida de contingencia para hacer frente a estos desafíos económicos. Sin embargo, esta acción ha generado preocupación entre las autoridades municipales y los representantes de defensa del consumidor, quienes temen un impacto negativo en el acceso de la población, especialmente los sectores más vulnerables, a un alimento básico y de consumo diario.

Las discrepancias en torno al precio real del quintal de harina también han sido un punto de discusión, ya que las autoridades municipales cuestionan las cifras presentadas por los panificadores, lo que podría ser un indicio de falta de comunicación y transparencia entre ambas partes.

Ante esta situación, las autoridades municipales han optado por convocar a mesas de diálogo con el sector panificador, con el objetivo de encontrar soluciones equilibradas que no afecten significativamente el acceso de la población al pan, pero que también consideren las dificultades económicas que enfrentan los productores.

En este escenario, las mesas de diálogo convocadas por las autoridades municipales se presentan como una oportunidad para encontrar soluciones equilibradas que no comprometan gravemente el bienestar de los tarijeños, especialmente los más vulnerables.

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