Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
“Hemos tomado conocimiento de que existe una alteración, una falsificación de la libreta de control de sanidad por parte de trabajadoras sexuales que laboraban en un lenocinio de la ciudad, no de la libreta oficial que emitimos nosotros”, declaró la autoridad de salud.
Camacho señaló que las libretas genuinas entregadas por el SEDES tienen sellos en seco como medida de seguridad, a diferencia de las falsificadas que poseen un formato más pequeño y habrían sido impresas de forma particular en alguna imprenta sin la autorización correspondiente.
“Al tomar esta denuncia, se ha pasado a nuestra asesoría legal para que genere la documentación y podamos denunciar ante la Fiscalía por falsificación y otros delitos. A dos señoras se les ha decomisado estas libretas falsas y han señalado el origen de dónde las obtuvieron”, agregó.
Si bien no quiso dar más detalles sobre el caso para no entorpecer la investigación, el director del SEDES dejó entrever que ya se habría identificado el lenocinio desde donde presuntamente se gestionaron estos cuadernillos adulterados.
Camacho enfatizó que la entidad se constituirá como víctima en el proceso legal, ya que la libreta de control sanitario es un documento oficial que sólo puede ser emitido por las autoridades de salud según lo establece la normativa vigente sobre la prevención del VIH.
“Nosotros nos pondremos como víctimas porque es el SEDES el que tiene que realizar el control sanitario de acuerdo a la ley. Se nos ha cometido esta infracción por parte de estos lenocinios que conlleva a que las trabajadoras sexuales no tengan la libreta adecuada”, argumentó.
La principal preocupación, según el director del SEDES, es que al no tener los controles oficiales estas mujeres pueden estar en riesgo de contraer y propagar enfermedades de transmisión sexual como el VIH, ya que se realizan chequeos médicos cada 15 días.