Por Rosy Sánchez/El Andaluz
Desde el pasado miércoles los trabajadores del Servicio Departamental de Salud (SEDES) llevaron adelante un paro movilizado de 72 horas en demanda de la cancelación del bono refrigerio que se adeuda desde el mes de enero por parte de la Gobernación del Departamento.
El dirigente de la Federación de Trabajadores del SEDES, Armando Gonzales, señalo que son más de 150 trabajadores son perjudicados por la no cancelación de este beneficio establecido como un derecho constituido en favor de este sector.
Por su parte el Director de Políticas Públicas de la Gobernación, Andrés Castellanos, informó que trasfirió la responsabilidad a los directores de cada centro de salud para que se pueda negociar la cancelación del bono refrigerio de acuerdo a la situación financiaría.
“El bono refrigerio es un privilegio para el sector, entendiendo que hay muchas necesidades que tenemos que cumplir en el tema de salud, ya no tenemos los mismos ingresos, hay una caída estrepitosa de los recursos de los hidrocarburos y debemos actuar con mucha responsabilidad”, dijo Castellanos.