Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
La Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (SEDES) en Tarija informó sobre un brote de 20 casos confirmados de hepatitis A durante la semana epidemiológica 11 en cuatro municipios del departamento
Así lo dio a conocer Claudia Montenegro, jefa de epidemiología, quien detalló que los casos fueron detectados en las localidades de Entre Ríos, Yacuiba, Villamontes y Uriondo.
«Tenemos el reporte de 20 casos de hepatitis en esos cuatro municipios, lo que sería lo más relevante para esa semana epidemiológica», explicó la autoridad sanitaria departamental.
Ante la aparición de este brote, Montenegro indicó que se ha reforzado la vigilancia epidemiológica y el control de pacientes con esta patología.
La hepatitis A, causada por el virus de la hepatitis A (VHA), es una enfermedad que se transmite principalmente por vía fecal-oral a través del consumo de agua o alimentos contaminados con materia fecal.
«Es una patología que en general es su clínica leve, no es grave, aunque puede llegar a complicarse. La mayor parte de los pacientes son subclínicos», describió la epidemióloga.
Explicó que esta enfermedad inicialmente puede pasar desapercibida, pero a medida que se realiza un control más estricto de casos sospechosos, aumenta la detección de pacientes positivos.
Contagio por falta de agua potable
De acuerdo a Montenegro, la causa exacta del brote aún no ha podido ser determinada con precisión, aunque se barajan algunos factores de riesgo más probables.
«El causante exacto podría ser el agua contaminada en estos municipios, que es un factor importante. Pero obviamente el tema higiénico también influye mucho», señaló.
La autoridad destacó que la hepatitis A es una enfermedad que se puede controlar con un adecuado acceso y consumo de agua potable, sumado a prácticas de higiene apropiadas como el lavado frecuente de manos.
«Es una enfermedad que se controla básicamente con agua potable y también con la higiene correcta en cuanto al lavado de manos», enfatizó.
Por otra parte, la epidemióloga explicó que la mayoría de casos notificados corresponden a menores en edad escolar que presentan síntomas evidentes.
«La preocupación es el niño, entonces cuando se encuentra enfermo, se reporta desde el colegio. Pero no quiere decir que no haya adultos afectados, solo que al ser subclínica (la enfermedad), no lo notifican», aclaró.
Montenegro atribuyó esta situación a que los niños tienden a desarrollar un cuadro sintomático más evidente que en los adultos, facilitando así la detección temprana de la hepatitis.
Descenso gradual esperado
Desde la Unidad de Epidemiología se espera que, tras aplicar las medidas de vigilancia intensificada, los casos confirmados empiecen a descender gradualmente en las siguientes dos o tres semanas.
«Es una patología que tiene un período largo de recuperación del paciente, entonces el número de casos ya va a empezar a descender seguramente en una o dos semanas», proyectó Montenegro.