Emergencia en Entre Ríos por falta de gasolina para hacer funcionar bombas de agua

Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ

Al igual que varios departamentos de Bolivia, Tarija está empezando a sentir las consecuencias de la sequía, en esta ocasión es la provincia de O’Connor, quien está enfrentando un desafío que podría tener consecuencias devastadoras para su economía y su gente.

El alcalde de Entre Ríos, Teodoro Suruguay ha hecho sonar la alarma debido a la crítica escasez de gasolina que amenaza con dejar sin funcionamiento a un gran porcentaje de sistemas de agua en la región.

Según Suruguay entre el 80% y el 90% de los sistemas de agua en Entre Ríos dependen de bombas de agua alimentadas por gasolina. Esta situación se ha convertido en una crisis a medida que la disponibilidad de combustible se vuelve incierta.

En palabras del alcalde Suruguay, «La situación se está volviendo increíblemente complicada. Para los pequeños productores, la agricultura es una cuestión de supervivencia, y con las altas temperaturas que alcanzan los 45, 48, 50 grados en lugares como Tarupayo, la falta de agua para riego es un problema grave».

La crítica situación ha llevado a la comunidad de Entre Ríos a unirse en un llamado de atención. El alcalde destaca que se han presentado reclamos públicos y que todas las autoridades de la provincia, incluido el presidente del Comité Cívico de Entre Rios, están involucradas en esta lucha. «Hoy nos reuniremos con algunas autoridades departamentales para plantear este problema, que es de extrema gravedad para nosotros», añade.

 El problema se agrava debido a la limitada disponibilidad de gasolina. «Nos entregan una cisterna de gasolina para tres días, pero apenas nos alcanza para un día», comenta el alcalde Suruguay. Esta situación afecta profundamente a una región donde prácticamente todo depende de la gasolina, desde tractores hasta sistemas de riego.

La incertidumbre sobre el futuro del suministro de gasolina ha llevado a que se declare a toda la provincia de O’Connor como zona de desastre en lo que respecta al abastecimiento de agua. La sequía amenaza tanto a la agricultura como a la vida del ganado, lo que podría tener un impacto significativo en la economía local y la subsistencia de los habitantes de la región.

 El alcalde Suruguay y las autoridades locales han dejado claro que están dispuestos a hacer todo lo que esté a su alcance para resolver esta crisis, pero también están solicitando la atención urgente de las autoridades departamentales y nacionales para abordar esta situación antes de que las consecuencias se vuelvan irreparables.

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