Luego de haber perpetrado un Golpe de Estado, al intentar disolver el Congreso de la República de Perú, Pedro Castillo abandonó la residencia de Palacio de Gobierno junto a su esposa, Lilia Paredes, y sus hijos, según captaron en imágenes los medios de comunicación del vecino país, presuntamente para dirigirse a la embajada de México.
Sin embargo, durante su traslado, agentes de la Policía Nacional lo capturaron en plena vía pública. Posteriormente, fue conducido hacia la Prefectura de Lima. Hasta este lugar también llegó la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien previamente había mostrado su rechazo a la decisión de Castillo de disolver el Legislativo.
“Rechazamos el quebrantamiento del orden constitucional y exhortamos a la población a respetar la Constitución Política y a mantener la calma. Asimismo, confiar en las instituciones del Estado”, indicó la Policía mediante su cuenta de Twitter.