El pedido de una fracción de las juntas escolares de Cercado, es retornar a las aulas con el debido distanciamiento físico y medidas de bioseguridad, por ahora, esto es casi imposible
Gabriel Morales/El Andaluz
La falta de acceso al servicio de internet como la carga económica que representa para los padres de familia el adquirir un equipo tecnológico, que permita una conexión fluida a las plataformas en las que se imparten clases virtuales, ha ocasionado una enorme fragmentación entre la población estudiantil de la provincia Cercado, por un lado, el temor por contraer el coronavirus gestó inicialmente la psicosis sobre enviar a los niños a las aulas, hecho que les garantizaría una mayor capacidad de aprendizaje pero que pondría en riesgo su salud, mientras que por otro, la precariedad que en sí mismo representa el sistema educativo en Bolivia, degeneró en una molestia que volcó a tutores hacia las calles de Tarija, una vez más reclamando a las autoridades que pongan sus buenos oficios y resuelvan esta problemática.
A convocatoria del alcalde electo por el municipio de Tarija, Johnny Torrez Terzo, el Servicio Departamental de Salud (Sedes), elaboró un informe pormenorizado sobre la situación actual de los factores que confluyen en la pandemia, la cantidad de casos positivos de Covid-19 que se notifican cada día, el grupo etario al que responden los contagios y la curva de registros, un dato no menos importante porque sirve para pronosticar el comportamiento de la enfermedad.
El director del Sedes, Paul Castellanos Zamora informó que, lejos de disminuir, la cantidad de contagios diarios en el departamento de Tarija está incrementando, entre 80 y 100 casos positivos, mientras que hace un mes esta cifra rondaba los 70, ante ello, recomendó de manera expresa a la Dirección Departamental de Educación y a las juntas escolares de padres de familia “mantener la calma” y no exigir la adopción de la modalidad presencial o semipresencial para las clases, debido a que el retorno a las aulas no solamente pondría en riesgo la salud de los infantes sino de todo aquel que tuviese contacto con ellos, es decir, el propio círculo familiar, el plantel docente y administrativo de las unidades educativas y, por consiguiente, las personas que desarrollan actividades paralelas al ámbito escolar, vendedoras, funcionarios de librerías y fotocopiadoras, en fin, toda una cadena subyacente.
El galeno instó a las autoridades educativas a no arriesgar a menores de edad a pesar de que existen elementos en conflicto, como la falta de condiciones mínimas para el desarrollo de las clases virtuales, mientras que el temor por la diseminación de la cepa brasilera de coronavirus en nuestro departamento, no hace más que aumentar la tensión entre las partes involucradas.
En contacto con El Andaluz, la presidente de la junta escolar de Cercado, Florencia Irahola, explicó que, en el área rural, comunidades cuyas unidades educativas registran cifras reducidas de estudiantes han optado por aplicar la modalidad semipresencial, convocando a los menores para pasar clases en las aulas únicamente en materias que requieren de una explicación profunda y dinámica por parte de sus profesores, mientras tanto, la mancha urbana de Tarija aún no está incluida en este fenómeno.
Irahola fue enfática al detallar lo siguiente; existe un planteamiento aceptado por la gran parte de representantes de padres y tutores de la población estudiantil, solicitar a las autoridades municipales y departamentales la implementación del modelo educativo semipresencial paulatinamente “desde afuera hacia adentro”, considerando que las unidades educativas de área urbana vayan poco a poco interiorizándose en esta dinámica, desde las más alejadas y con menor número de alumnos hasta las más grandes.
Otro de los factores expuestos por la dirigente, es la falta de ítems para profesores de materias de relleno en los planes de estudio de la provincia Cercado, siendo las materias complementarias como Educación Física, Música y otras, las que aún mantienen acefalías, perjudicando a gran parte de la población estudiantil, que hoy supera los 50.000 menores.
Por parte de las instituciones como el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), el retorno a las aulas es un tema cerrado por el momento, en palabras de su presidente, Adel Vergara, sin embargo, aún se espera el pronunciamiento del nuevo director departamental de Educación, Pedro Ordóñez Guerrero, quien fue recientemente posesionado en el cargo y deberá transmitir las disposiciones del Ministerio del ramo.