El adolescente también cumple otra pena en el hogar Oasis, donde ahora se le suma esta sanción , en ambas las causas fueron por robo agravado.
REDACCIÓN CENTRAL/TINTA ROJA
Un adolescente de 16 años es sentenciado a dos años de cárcel, una vez que confesó haber robado un celular en una tienda de refrescos, en el que la víctima fue la que vendía la bebida. Los hechos sucedieron en la localidad de tomatitas, donde el personal policial se dirigió al lugar y aprehendió al sindicado.
De acuerdo con lo informado por Roberto Ríos , tras asumir su culpabilidad e irse a una terminación anticipada del proceso, la juez de la niñez y adolescencia, sentenció a dos años de cárcel a un adolescente por el delito de robo agravado de un celular.
“Se ha realizado un juicio oral y contradictorio de un adolescente quien delinquió en robo agravado, un hecho suscitado en la localidad de Tomatitas”, dijo el abogado.
En aplicación de la Ley 586, de descongestionamiento y la Ley 548, de niño, niña, adolescente que establece que se debe priorizar una salida alternativa cuando sea procedente de acuerdo a ley y en cumplimiento de la misma, se ha podido no ir a juicio y se dio una terminación anticipada donde el imputado se somete y evita irse a juicio.
E menor decidió asumir su responsabilidad, y aceptar la sanción máxima para el tipo penal de robo agravado es de diez años de privación de libertad y el Ministerio Público en el caso requirió esa sanción y la juez con la aceptación del imputado, un familiar a cargo de él, procedieron a esa salida alternativa.
“Como se tiene conocimiento la Ley 548, atenúa la sanción penal en cuanto a los menores por ello es de dos años de privación de libertad”, mencionó el profesional.
Los antecedentes del hecho
Fueron dos menores investigados; sin embargo, anteriormente se habría cerrado el caso para uno de ellos con una salida alternativa.
“El hecho se suscitó en la localidad de Tomatitas, en circunstancias que dos menores se encontraban en una tienda de refrescos, los encausados se habría asomado y pidieron que les inviten refresco y ante la negativa proceden a sustraerle el celular a una de las víctimas”, contó Ríos.
Indicó que cuando se realizó el robo agravado, había un varón junto a la víctima mujer y trató de impedir el robo y a raíz de ello recibió agresiones por parte de los menores infractores.