Por Rosy Sánchez/El Andaluz
El vocero de la Asociación Nacional de Productores Vitivinícolas de Tarija (ANAVIT), José Luis Sánchez, informó que desde el mes de diciembre comenzó la temporada de comercialización de la uva del valle central con su auge mayor en los meses de enero, febrero y marzo.
Este año se pretende superar el millón y medio de quintales de uva que equivalen las 60 mil toneladas, de los cuales el 70% se va a la comercialización en mercados, mientras que el otro 30% es destinado a las bodegas para la elabora de vinos y singanis.
«En este mes diciembre salen en 15% las uvas primer, de enero en adelante hablamos de vendimia plena, ahí entran las variedades junto a uvas de mesa populares como la Red Globe, Italia y a finales de enero variedades finas para vino como Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot, Chardonnay, Tannat y la Moscatel de Alejandría (la más abundante, para singani y mesa)».
Sánchez dijo que el factor climático este año fue favorable para la producción, hecho que ha permitido reducir el uso de tratamientos fitosanitarios para evitar enfermedades. Aclaró que los productos que usan las familias son de etiqueta verde que no son dañinas para la salud de la población, por tanto, la uva que se comercializa es de calidad.
Respecto al mercado, el vocero de ANAVIT dijo que la mayor cantidad de la producción se comercializa en los departamentos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, mientras que el restante para el abastecimiento interno.
Precios
El vocero de ANAVIT señaló que, a diferencia de gestiones anteriores, el precio para el mercado de la uva ha mejorado, la pasada cosecha se llegó a comercializar hasta en bs. 160 la caja de uva, precio favorable que ha permitido reactivar la producción.
«Una caja de bs. 70 para abajo es una pérdida para el productor, de los 70 hacia arriba ya genera ingresos, superar los bs. 100 la caja ya es rentable y permite la recuperación económica. Esperemos similar situación ocurra este año, pero los comercializadores o mayoristas son los que establecen otro precio para el mercado «, aclaró Sánchez.
El dirigente de los productores ha pedido a los comerciantes, no aprovechar la alta demanda que se genera por la calidad y aceptación de la uva tarijeña para incrementar los precios de forma abismal en desmedro de la economía de los consumidores.
Según el dirigente, la uva Moscatel de Alejandría es una de las más rentables y de mayor demanda en el mercado interno y externo, su uso es variado desde el consumo hasta la elaboración del Singani
Impacto económico
La Cadena Uvas, Vinos y Singanis es el segundo sector en generar mayor movimiento económico para el departamento de Tarija después de la producción de hidrocarburos. A la fecha supera los 180 millones de dólares por año.
«No sólo favorece al sector, está también genera turismo, transporte, pago de impuestos, venta de materia prima, producción de vinos y singanis, que la gran parte de estos proveedores son tarijeños», expresó.
Otro aspecto importante a destacar es la generación de fuentes laborales, según el vocero de ANAVIT, José Luis Sánchez, son alrededor de 10.000 personas que se dedican al rubro, sin embargo, en temporada de vendimia, otra cantidad similar se moviliza entre enero febrero y marzo tanto para cosecha, bodegas y mercados.

Desafíos
Desde el sector Vitivinícola se trabajó en una agenda de fortalecimiento productivo y comercialización de los productos desde la uva, vinos, singanis y demás derivados.
José Luis Sánchez dijo que dentro de lo producto está el manejo y tecnificación del agua para un mayor aprovechamiento y mejorar el rendimiento. Un segundo aspecto es el acceso a créditos blandos para la compra de maquinaria y equipos tecnológicos.
«El desafío urgente es que el gobierno central genere mecanismos para poder facilitar los recursos, no estamos pidiendo que nos regalen, nosotros acceder a los mismos para devolverlos y somos corresponsables con el estado», señaló.
Un tercer aspecto es la lucha contra el contrabando, ante el ingreso de productos desde el exterior como Argentina, Chile y Perú. De acuerdo a los datos del anterior gobierno significaba una pérdida de 15 a 20 millones de bolivianos para el sector vitivinícola.
«El ingreso de bebidas ilegales compite de forma desleal contra nuestros vinos», dijo el dirigente, más al contrario cree necesario aperturar mercados en el exterior para fortalecer pecados a nivel internacional.






