La mañana del domingo 1 de junio se tiñó de luto en la comunidad de Chimeo, en el municipio de Villa Montes. Allí, en la quietud del amanecer y al borde del camino de ingreso, colgaba el cuerpo sin vida de un hombre de 33 años, suspendido de una rama con un cinturón ceñido al cuello. Una imagen que heló la sangre de su hermana menor, quien lo encontró tras horas de búsqueda al no verlo regresar a casa.
El hecho fue comunicado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), cuyos efectivos se desplazaron al lugar para realizar el levantamiento legal del cadáver. Según el reporte policial preliminar, el cuerpo no presentaba signos evidentes de violencia ni lesiones atribuibles a terceros. Todo indicaba una decisión tomada en soledad, en silencio, lejos de los ojos de quienes compartieron con él sus últimas horas.
La reconstrucción de los hechos empezó con las declaraciones de sus familiares. La noche anterior, relataron, estuvieron bebiendo juntos en su domicilio. Durante ese encuentro, el ahora fallecido mostró un semblante melancólico y ausente, profundamente afectado por una ruptura sentimental reciente que habría tenido con su pareja en la localidad de Muyupampa. Fue alrededor de las 21:35 que se retiró solo, sin decir palabra.
Nadie imaginó lo que vendría después.
En horas de la mañana, al notar su prolongada ausencia, sus hermanas iniciaron la búsqueda. Fue la menor quien lo halló colgado, a escasos metros del ingreso a la comunidad. El grito de dolor alertó a los vecinos, y el llanto de la familia resonó entre los árboles como un lamento desgarrador. Entre lágrimas, ayudaron a bajarlo del lugar y esperaron a la Policía para continuar con los procedimientos.
El cuerpo fue trasladado a la morgue del Hospital de Villa Montes, donde el médico forense de turno estableció como presunta causa de muerte: asfixia mecánica por ahorcamiento, con manera de muerte: suicida, y una data aproximada de 12 horas al momento del examen. Tras la valoración médica y la documentación correspondiente, el cuerpo fue entregado a sus familiares para su cristiana sepultura.