Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
En una era dominada por la tecnología digital, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio de Tarija ha emitido una advertencia crucial sobre los riesgos que enfrentan los menores en el mundo virtual.
Uno de los principales riesgos identificados por Paredes son los juegos digitales que permiten la interacción en línea. Estos juegos, aparentemente inofensivos, pueden convertirse en “una ventana abierta al mundo” donde los menores quedan expuestos a diversos peligros, incluyendo redes de pedofilia y de trata y tráfico de personas. Esta realidad, según Paredes, es una característica preocupante de la etapa actual del siglo XXI que requiere atención urgente.
La Defensoría recomienda enfáticamente que el uso de teléfonos celulares se limite a partir de los 14 años. Sin embargo, Paredes señaló con preocupación que actualmente es común ver a niños de incluso 10 años con líneas telefónicas propias, acceso a WhatsApp y presencia en redes sociales. “Esos niños están expuestos de manera muy, muy peligrosa al mundo”, advirtió, describiendo esta situación como “una puerta abierta hacia el peligro”.
Para contrarrestar estos riesgos, Paredes hace un llamado a los padres para mejorar la comunicación con sus hijos y dedicar tiempo de calidad a conocerlos mejor. Esto incluye estar al tanto de sus interacciones sociales y grupos de amigos, tanto en el mundo real como en el virtual. «eso es bastante importante”, recalcó Paredes, enfatizando la necesidad de un involucramiento activo de los padres en la vida digital de sus hijos.
La recomendación más contundente de la Defensoría es clara: los niños de 10 años no deberían tener acceso a plataformas como WhatsApp o Facebook. Paredes fue categórico al respecto: “Realmente esto es peligroso y día a día lo vemos en situaciones que llegan a instancias de defensoría de la niñez y adolescencia, que llegan a estrados judiciales, que llegan al Ministerio Público, con situaciones muy gravosas”.
Esta advertencia no es meramente especulativa. Paredes reveló que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, así como otras instituciones judiciales y el Ministerio Público, están lidiando constantemente con casos graves relacionados con el uso inadecuado de tecnología por parte de menores.






