Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Jesús Gira, presidente del Comité Cívico de Tarija, ha lanzado una advertencia sobre la crítica situación de la producción de gas, tras una reciente visita a la planta San Alberto. Esta instalación, nacionalizada en 2006 por el expresidente Evo Morales durante su auge productivo, enfrenta ahora serios desafíos operativos que podrían tener graves consecuencias para el suministro de gas en Bolivia.
Según Gira, de las tres fases que componen el campo petrolero San Alberto, actualmente solo una está en funcionamiento. “Dos fases se han paralizado, es decir, no están funcionando. Dos motores no están funcionando”, explicó el líder cívico, subrayando la gravedad de la situación.
Esta reducción en la capacidad operativa de la planta no solo afecta la producción actual, sino que también plantea serios riesgos para el futuro energético del departamento y del país. Gira advirtió que, de no tomarse medidas urgentes en toda la cadena hidrocarburífera, “se corre el riesgo de que los domicilios que utilizamos el gas domiciliario, como también el tema del gas para los vehículos, de aquí a unos años no podamos también contar con el gas”.
Respecto a las causas de la paralización de las dos fases en San Alberto, Gira mencionó que, de acuerdo con el informe técnico proporcionado, se debe a la falta de producción. “No olvidemos que esta planta de San Alberto, su trabajo es justamente separar el tema de todo lo que sale de los campos petroleros: el tema del condensado, el tema del agua, el tema del gas”, explicó.
El líder cívico hizo hincapié en la necesidad urgente de reactivar la industria hidrocarburífera y reponer las reservas. “Necesitamos reponer el tema de las reservas y obviamente para que algún día estas dos fases comiencen a operar de nuevo”, afirmó Gira. Advirtió que, de continuar la tendencia actual, Bolivia podría enfrentar una crisis energética que afectaría tanto el consumo interno como la capacidad de exportación.