Un hecho de extrema violencia conmocionó al barrio Los Ángeles de la ciudad de Tarija, durante la noche del pasado 3 de diciembre, cuando un joven de 21 años, portador de un carnet de discapacidad motora, fue salvajemente atacado por dos sujetos que no solo lo asaltaron, sino que intentaron dejarlo gravemente lesionado en plena vía pública.
De acuerdo con los antecedentes e informe preliminar de la Policía, la víctima regresaba a su domicilio cerca de las 20:30, luego de cumplir con actividades personales. Al llegar a la calle Los Álamos, lugar en el que reside con su familia, se dispuso a tocar la puerta para que le permitieran ingresar. Fue ese instante el que los agresores aprovecharon para interceptarlo de manera violenta y completamente sorpresiva.
Según el relato que posteriormente brindó a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), uno de los delincuentes se abalanzó directamente sobre él y le propinó un fuerte golpe en el rostro, suficiente para dejarlo aturdido y posteriormente inconsciente. Mientras caía al suelo, el segundo sujeto se sumó a la agresión y ambos comenzaron a golpearlo con puñetes y patadas, aprovechándose de su condición física y de la evidente vulnerabilidad en la que se encontraba.
Los delincuentes rebuscaron entre su ropa y robaron su teléfono celular, además de aproximadamente 250 bolivianos que llevaba consigo. Sin embargo, el ataque no terminó ahí. Antes de huir, uno de los agresores tomó un ladrillo del suelo y lo estrelló contra la cabeza del joven, ocasionándole una herida abierta y un sangrado abundante que lo dejó al borde del desmayo nuevamente.
Minutos después, la madre de la víctima, desconcertada por no escuchar respuesta al llamado de su hijo, salió a ver qué ocurría. Lo encontró tendido en la entrada, con el rostro cubierto de sangre y en evidente estado de shock. El piso presentaba rastros de la agresión, lo que permitió reconstruir parte de lo sucedido.
La familia lo trasladó al interior de la vivienda para brindarle primeros auxilios y de inmediato se dirigieron a las oficinas de la FELCC, donde dos días después —ya con algo de estabilidad médica— formalizó la denuncia correspondiente. El caso fue asignado a un investigador especializado, quien ya inició la recolección de evidencia, entrevistas a vecinos y un rastrillaje para establecer posibles rutas de escape utilizadas por los agresores.
Vecinos del sector señalaron que no es el primer hecho violento registrado en horas de la noche. Aseguraron que, durante las últimas semanas, varios jóvenes y trabajadores que retornan tarde fueron víctimas de intentos de robo o amedrentamientos. Piden con urgencia mayor presencia policial y patrullajes continuos, especialmente en las calles menos iluminadas.
La Felcc analiza cámaras de vigilancia cercanas y no descarta que los atacantes pertenezcan a algún grupo delictivo que opera en la zona. Mientras tanto, la víctima continúa en recuperación, con lesiones en la cabeza y secuelas por los golpes recibidos.






