Osmar Arroyo/El Andaluz
El general y excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga en conversación con medios de comunicación se declaró inocente, acusado de liderar el alzamiento armado el 26 de junio del 2024 en la sede de gobierno, que en su momento se denunció como intentó de golpe de Estado.
En la pasada jornada, el general Zúñiga fue trasladado desde la cárcel de El Abra en Cochabamba, penal en donde está recluido, hasta la Fuerza de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en la ciudad de La Paz, tras firmar un certificado de garantía fue trasladado al penal de San Pedro.
Zúñiga dijo a los medios que responderá sus preguntas para hacer conocer su versión de los hechos por los que se le acusa y calificó lo ocurrido el 26 de junio del año pasado, como un «show montado».
«Instrucción al ministro de Defensa que se encontraba en el aniversario de su pueblo de Totora, él me dice cumpla no se objeta la orden del presidente. Al día siguiente, ese sinvergüenza, un terrorista internacional, junto a Fernando Rodríguez me llaman a mi celular, ahí está en mi celular, ¿Ya han llegado tus fierros?, los tanques, sí contesto y se alegran», expresó.
Mencionó que un día antes, le llamo la secretaria del presidente, en ese entonces Luis Arce Catacora, la señora Helory y dijo que le indicó que vaya a la Casa Grande del Pueblo, pero que vaya con el rostro encapuchado, para que no le vea la prensa.
«Yo voy, me recogen de plaza Murillo, dónde debe haber mil cámaras y me mete a la Casa Grande del Pueblo, a la oficina de la señora Marianela, ahí estaban, en este orden, la señora Marianela el señor Hugo Moldiz, es el que planifica todas las acciones sucias en contra del Estado, luego estaba el señor Edmundo Novillo, y me dan algunas instrucciones institucionales», apuntó.
El militar habló con los medios de comunicación por primera vez, después de ser denunciado por liderar el alzamiento militar.
«Al último me dicen los siguiente, el presidente Lucho está frente a una amenaza, principalmente del sector transporte, necesitamos demostrar el apoyo, del poder militar, al gobierno legalmente constituido, simplemente, el militar, este comandante puede decir es su orden. Hasta ese momento, ¿Dónde estaba mal la orden?, porque yo he escuchado mucho decir, porque me he prestado a eso, había una amenaza al país y me estaban dando una orden, sin saber las oscuras intenciones», agregó.
Indicó que los blindados llegaron el día domingo y estuvieron hasta el día miércoles, casi cuatro días en el patio del Estado Mayor, en donde trabajan casi dos mil personas.
El día de los hechos, salió después de almorzar y dijo que lo primero que noto, algo raro, al llegar a la plaza Murillo fue que estaba todo despejado.
«Estaba todo despejado, no había un solo policía, no había una sola barricada. Compañeros ustedes vean, cuando hay cinco pelagatos que están emprendiendo una marcha a la plaza Murillo, todito está cercado, entonces ahí, ojo con ese comandante de la UTOP, algo sabía», relató.
Juan José Zúñiga indicó que, cuando llegó a la altura de Palacio Quemado, ya estaba lleno de medios de comunicación, señalando que alguien los había llamado.
También dijo, que ya estaban los movimientos sociales, con sus letreros en contra del «golpe», que ya habían hecho una noche anterior.
«La intención era hacernos una emboscada. Dentro del Palacio estaba lleno de francotiradores, entonces, lo que ellos buscaban, era una pequeña reacción con algún miembro de la policía o con algún miembro de los movimientos sociales, para generar un enfrentamiento. Cuando ese sinvergüenza de ‘Sonia’ golpea el blindado, era para alguien de mi seguridad le levanté y se genere una reacción», aseveró.
Dijo que pese a eso, controlaron la situación, remarcando que por ese motivo, los soldados que estaban ese día, son unos héroes.
«Intentaron meternos en una trampa, (…) fue una trampa, ¿Quién ordenó?, Arce, Hugo Moldiz, Castillo, Aguilera», afirmó.
Zúñiga dijo, por qué no lo dejan declarar, después que fue interrumpido, cuando conversaba con los medios de comunicación.
«El presidente me dio la orden», reiteró el general José Luis Zúñiga, ante la consulta de un periodista.
«Quiero decirles, que ese día, todos los que estaban presentes en la plaza Murillo, son verdaderamente inocentes, pero, a la vez son heroicos soldados de la patria, son inocentes, los verdaderos culpables se encuentran, lamentablemente en libertad, deambulando por las calles, como si nunca hubieran hecho nada», señaló.
