Dr. José Aníbal Rodríguez A.
La historia nos relata que un 25 de mayo de 1809 se conmemora el primer grito libertario de América en Chuquisaca.
El 17 de agosto los bolivianos elevamos la voz en forma de balotas en las urnas dando su voto o grito de libertad para que se dar fin a un régimen que gobernó por dos décadas, aquellos fueron años que el país se degrado en los diferentes poderes de estado y que se instauraron estructuras de poder seudo sociales, se instauro la falta de moral, ética y principios en todos los niveles de la sociedad llevando a un caos y miseria al país.
Hablando de grito de libertad nos sentimos un Mel Gilson – William Wallace interpretando Braveheart, sin duda que los bolivianos somos de corazones valientes.
Lo curioso de este histórico del 17 de agosto de 2025 es que lo impensable, lo imaginable sucedió, las encuestas que predecían un ganador fue totalmente lo contrario; analistas señalan que fue un outsider o forastero, vaya a decir: “Candidato o figura política que no pertenece a la estructura tradicional de partidos o que no tiene experiencia previa en cargos públicos. A menudo se les ve como independientes o ajenos al sistema, lo que puede resultar atractivo para votantes desilusionados con la clase política establecida”
Evidentemente que no lo es. Se dice que el voto fue por el enojo o descontento de la población por los candidatos tradicionales, además se señala que su vicepresidente fue el encanto de lo popular y la magia para los votos indecisos, blancos hasta nulos. No existe explicación lógica, es decir el 100% de los indecisos, votos en blanco se fueron al PDC. Lo cierto es que ese grito libertario se encuentra echo un nudo en la garganta esperando una segunda vuelta.
El grito está estancado en las vísceras, porque no nos deshicimos – TODAVIA – de este sistema, de los azulitos o el masismo, de Evo Morales, impredeciblemente o estratégicamente el voto de más del 31 % que lleva Rodrigo Paz se encuentran la masa votante del MAS y esto podría sumar, aún en la segunda vuelta. Notemos que en los departamentos donde siempre gano el MAS, gana el PDC, sin ir muy lejos tal cual dice el dicho, basta un botón para muestra, así como la C – 43 y entre varias de las circunscripciones que siempre gano el MAS, gana el PDC.
Restan 63 días para alimentar los pulmones y dar el grito de libertar e instaurar un País de todos los bolivianos. Grito que se encuba soñando por un mejor futuro y nacer en un nuevo estado; tarea de los nuevos gobernantes, entre ellas, un siendo un tema complejo será necesario incluir diversas visiones sobre el futuro del país, claro esta que no queremos lo retrograda de la ideología del socialismo. Sin embargo, la construcción del país sin el MAS implica abordar las divisiones existentes y encontrar puntos de encuentro entre diferentes sectores de la sociedad.
La construcción de un futuro deseado para Bolivia requiere un esfuerzo conjunto para superar las divisiones políticas y construir una sociedad más justa y equitativa.