Un macabro crimen aterró la tarde del jueves a los habitantes de la comunidad La Victoria, ubicada en el municipio de Villa Montes, donde un adulto mayor fue hallado sin vida con evidentes signos de violencia. El caso está siendo investigado como parricidio, y el principal sospechoso sería su propio hijo, quien se dio a la fuga tras el hecho.
Según fuentes policiales de la Dirección Regional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en el informe preliminar indica que el hecho fue reportado a las 19:20 horas por personal del Ejército, específicamente por un efectivo que recibió el llamado de los comunarios solicitando la presencia de la Policía debido al hallazgo de una persona fallecida con signos de violencia.
Efectivos de la Felcc, junto con el equipo multidisciplinario conformado por el médico forense, el fiscal de turno y personal especializado, se trasladaron al lugar en dos movilidades oficiales. Al llegar a la comunidad, tomaron contacto con los familiares del fallecido, quienes relataron que, tras oír un disparo, uno de los sobrinos del occiso se dirigió al lugar del estruendo, encontrando al adulto mayor tendido en el suelo, gravemente herido y desangrándose.
Lo que más llamó la atención del testigo fue la presencia del hijo del fallecido, quien, según su testimonio, se encontraba a pocos metros del cuerpo, portando un arma de fuego. Al notar que había sido visto, el presunto agresor huyó con rumbo hacia el monte, internándose en la maleza.
Con autorización del Ministerio Público, se procedió al levantamiento legal del cadáver, que presentaba múltiples heridas: orificios compatibles con impactos de proyectil de arma de fuego en el área del torso, así como lesiones punzocortantes, posiblemente provocadas por un arma blanca, lo que hace presumir que la víctima fue apuñalada previamente al disparo final.
El cuerpo fue trasladado a la morgue del antiguo hospital de Villa Montes para la correspondiente autopsia médico legal. A las 23:00 horas, el informe forense confirmó la causa de la muerte como shock hipovolémico por hemorragia interna, provocada por una lesión perforante pulmonar y vascular, consecuencia de un trauma torácico por proyectil de arma de fuego. La data de la muerte fue establecida entre 12 y 14 horas antes del examen forense.
Las primeras hipótesis investigativas apuntan a un posible conflicto familiar relacionado con temas patrimoniales o herencia, aunque esta línea aún está siendo verificada por los investigadores.
El autor del crimen continúa prófugo, y la Policía activó un operativo de búsqueda en coordinación con las autoridades locales y comunarios. El caso fue catalogado como parricidio, delito que contempla penas severas en el marco del Código Penal boliviano.