La madrugada del sábado 14 de junio no terminó como se esperaba en uno de los boliches más concurridos del centro tarijeño. Entre luces apagadas y vasos vacíos, la violencia se abrió paso, dejando a una adolescente de 17 años con lesiones de consideración, y a dos mujeres esposadas, gritando improperios mientras eran subidas a un patrullero.
Según el informe preliminar policial, todo ocurrió alrededor de las 06:30 de la mañana, cuando una llamada alertó a la Policía sobre una pelea entre mujeres en el interior de una discoteca ubicada en la zona del barrio Las Panosas. Según información proporcionada por la administración del local, la situación se tornó incontrolable, obligando al personal de seguridad a pedir apoyo urgente.
Al llegar al lugar, efectivos de la Policía encontraron a la víctima con signos visibles de haber sido golpeada. Los testigos señalaron a dos mujeres como las principales agresoras. Ambas, al ser interceptadas por los uniformados, reaccionaron de forma violenta, resistiéndose al arresto, lanzando amenazas e insultos, y desafiando a viva voz a los uniformados. Ante tal actitud, el personal policial se vio obligado a reducirlas por la fuerza, proceder a su enmanillamiento y trasladarlas a dependencias policiales a bordo de un patrullero.
Pero el caso no terminó allí.
Una vez en oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), se descubrió que las arrestadas no eran ajenas a los expedientes judiciales. Ambas cuentan con antecedentes por delitos como robo, robo agravado y lesiones graves. Se presume que operaban con el conocido modus operandi del “pildorita”, utilizado comúnmente en entornos nocturnos para adormecer a las víctimas y despojarlas de sus pertenencias. En celdas, la violencia verbal continuó. Las aprehendidas no solo mantuvieron su conducta hostil, sino que amenazaron directamente al personal policial, asegurando que “las buscarían” al salir.
