Sin padre que se haga cargo de la niña y con su propio pasado marcado por la orfandad, la joven madre asegura haber luchado siempre sola, pero ahora pide ayuda y que se comuniquen a su celular 77769450.
Una joven madre soltera, sin familia ni apoyo, enfrenta uno de los momentos más desgarradores de su vida: su pequeña hija, de apenas 4 años, se encuentra entubada y en estado crítico en la unidad de terapia intensiva del Hospital San Juan de Dios. La niña, que días antes estuvo internada en el Materno Infantil, sufre graves complicaciones pulmonares tras una intervención médica. La madre, que ya ha gastado más de 15 mil bolivianos en su cuidado, desde ayer se declaró sin fuerzas, sin dormir y sin comer… pero aún firme en su fe.
“Por sacarle la pus del pulmón empezó a complicarse. Está muy mal. No quiero que mi hija se muera, por favor necesito ayuda”, declaró con la voz quebrada, en medio del pasillo del hospital. Su hija ya había mostrado signos de mejoría, pero la falta de apetito y el deterioro progresivo de su salud la llevaron de vuelta a un cuadro grave. Desde hace tres días, permanece en cuidados intensivos, conectada a equipos, mientras su madre se desvive para conseguir lo imposible: salvarle la vida.
Sin padre que se haga cargo de la niña y con su propio pasado marcado por la orfandad, la madre asegura haber luchado siempre sola.
“Toda mi vida trabajé, nunca le faltó nada a mi hija. Todo se complicó. Pasaron cosas malas en mi vida… pero nunca dejé de pelear”, relata mientras sostiene en la mano una receta médica que no puede costear.
El drama no es solo médico: también es económico. Gasta entre 2.000 y 3.000 bolivianos por día solo en alimentación especial y medicamentos que no están disponibles en el hospital. Suma más de 21 mil bolivianos a la semana.
“Me pidieron más medicamentos, que no hay aquí. Busco en otros lugares, hago lo que puedo, pero sola no voy a poder”, confiesa.
Recién llegada a Tarija, dice confiar en la solidaridad de su gente. “Sé que la gente es buena”, repite, con la mirada fija en la sala de terapia. A su hija aún le quedan años por vivir… si la vida y la ayuda le dan una oportunidad”, finalizó