Por Rosy Sánchez/El Andaluz
La mañana de este miércoles, el alcalde municipal de la ciudad de Tarija, Johnny Torrez Terso, junto a representantes de la Embajada Sueca y el Programa Agua Tuya, realizó la entrega de la planta de tratamiento de aguas residuales para el matadero municipal, obra que demandó una inversión de 17 millones de bolivianos y fue ejecutada con el apoyo de la cooperación Sueca con 10 millones de bolivianos.
El ejecutivo Municipal señaló que la planta de tratamiento cuenta con tecnología de última generación y que a partir de la fecha y la puesta en funcionamiento permitirá realizar el tratamiento de alrededor 100.000 de agua residuales que serán utilizadas para regar los jardines de la ciudad, principalmente de la Avenida Las Américas.
“Esta es una de las mayores muestras que con poco se puede hacer mucho, desde hace 40 años se ha estado contaminando la zanja de infiltración de la quebrada Cabeza de Toro, a partir de ahora, desde la puesta en marcha no ira ni una gota de agua contaminada y podremos reciclar esos 100 mil litros”, dijo el alcalde Torres.
Por su parte el director del Matadero Municipal, Rodrigo Calisaya, indicó que con el funcionamiento de la planta de tratamiento se pone fin a la contaminación ambiental del rio Guadalquivir, ya que cada día se utilizan entre 70 a 80 mil litros de aguas para para la faena de reses, mismas que eran desechadas directamente a este afluyente.
“Desde la fecha se pone la puesta en marcha de esta obra y tendrá una duración de seis a ocho meses donde todos los equipos van a estar calibrados y vamos a poder tener el agua para reutilizarlo en temas de riego, cordones ecológicos y la misma limpieza de la planta”, adelantó Calisaya.
Según datos proporcionados, por el director de la Fundación Agua Tuya, la mencionada Planta tiene una capacidad instalada para procesar 150 metros cúbicos por día en el Matadero Municipal, entidad descentralizada de la Alcaldía Municipal de la ciudad de Tarija.
De igual manera señala que el agua tratada será reusada para el riego de áreas verdes y jardineras. Mientras que los residuos orgánicos, como el rumen, sangre y estiércol serán aprovechados para generar abono, a través de un proceso de compostaje, destinado a la producción agrícola.