Un extremado altercado tuvo lugar este lunes por la tarde en el Barrio Azucarero de la ciudad de Bermejo, cuando un inspector encargado del control de combustible fue brutalmente agredido por un conductor, tras una discusión relacionada con la carga de gasolina de su vehículo. El incidente ocurrió alrededor de las 16:15 en las inmediaciones del surtidor «El Chorro», ubicado entre la Avenida V. Paz y la calle Oruro, en el mencionado barrio.
De acuerdo con la denuncia formalizada por Rubén R.R, de 48 años, quien se encontraba desempeñando su labor de supervisión de cargas de combustible en el sector, todo comenzó cuando el inspector le indicó a un conductor de un automóvil color celeste con capó negro y logotipo de «Radio Móvil FULL MOVIL», que ya había recibido una carga de 26 litros de gasolina el pasado 29 de marzo de 2025. El vehículo, con placa de control 1107 SSS, no podía recibir otro abastecimiento debido a las regulaciones del servicio.
El inspector explicó de manera cordial y profesional la situación, intentando realizar su labor de control sin generar conflictos. Sin embargo, la respuesta del conductor fue violenta y agresiva. Según el relato de la víctima, este comenzó a lanzar insultos y amenazas, acusando al inspector de meterse en sus asuntos personales. “¿Quién eres para controlar? ¡No te interesa en qué gasto mi combustible, es mi plata!”, exclamó el agresor, mientras increpaba al inspector por su intervención.
La agresión física no se hizo esperar. En medio de los gritos, el conductor salió del vehículo y, en un arranque de furia, comenzó a golpear al inspector con varios puñetazos en el rostro y en diferentes partes del cuerpo. Según el denunciante, Morales lo golpeó de manera indiscriminada, mientras continuaba profiriendo insultos y descalificaciones, llamándolo “gordo de mie….” y asegurando que no tenía derecho a controlar lo que él hacía con su dinero y su vehículo.
La agresión fue tan violenta que Ramallo, visiblemente afectado por los golpes y las amenazas, logró alejarse del lugar y se presentó en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para interponer la denuncia correspondiente.
El inspector señaló que la agresión no solo le causó lesiones físicas, sino que también atentó contra su dignidad y su integridad como funcionario público, cuyo único objetivo era cumplir con su labor de control de manera imparcial.
El caso fue asumido por una sargento, quien inició la investigación correspondiente para esclarecer los hechos.
La denuncia recayó sobre el sindicado, de 30 años, quien se enfrenta a cargos por lesiones graves y leves, además de obstaculizar el ejercicio de funciones públicas