Natalia López/El Andaluz
El 23 de septiembre, un interno de 35 años en el penal de Morros Blancos fue víctima de un brutal ataque. Mientras dormía, fue interceptado por cuatro reclusos que le ofrecieron drogas, las cuales aceptó. Más tarde, seis reclusos lo atacaron, rociándole alcohol y utilizando un desodorante en spray con un encendedor para prender fuego a su rostro y pecho, causándole graves quemaduras.
Después de agredirlo, los atacantes cerraron la celda del interno y lo amenazaron con volver a quemarlo, esta vez con agua caliente, si denunciaba el ataque. La víctima, debilitada por los dolores, decidió confesar lo sucedido días después al Padre del penal, buscando ayuda ante la gravedad de sus heridas.
El 28 de septiembre, el interno fue auxiliado por el médico del penal, quien dio parte a la FELCC para que investigara lo sucedido. Según el coronel José Luis Zenteno, director de la FELCC, hasta el momento hay tres personas denunciadas formalmente por el ataque, aunque seis internos están bajo investigación por el delito de asesinato en grado de tentativa.
Zenteno afirmó que el caso se encuentra ahora en manos del Ministerio Público, que ha iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos y tomar las medidas correspondientes contra los responsables de este grave ataque dentro del penal.
Osmar