Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
En medio de una creciente preocupación por los incendios en la región de Tarija, las autoridades municipales han lanzado un fuerte llamado a la población para evitar prácticas que puedan desencadenar nuevos siniestros. Esta pedido surge tras los recientes incendios en las comunidades de Turumayo y el Rincón de la Victoria, que no solo causaron daños ambientales significativos, sino que también cobraron la vida de un adulto mayor de 78 años.
El secretario de medio ambiente de la Alcaldía de Tarija, Paul Castellanos, ha expresado su profunda preocupación por la situación actual. “Estamos ante una emergencia que requiere la cooperación de todos los ciudadanos”, declaró Castellanos. “Las condiciones climáticas actuales, caracterizadas por vientos fuertes y altas temperaturas, convierten cualquier fuego, por pequeño que sea, en un peligro incontrolable.”
El funcionario hizo hincapié en la tragedia ocurrida durante los esfuerzos por controlar el incendio en el Rincón de la Victoria. Un anciano de 78 años, en su desesperado intento por combatir las llamas, quedó atrapado y perdió la vida. “Esta pérdida irreparable debe servir como un doloroso recordatorio de los riesgos que conlleva el uso irresponsable del fuego”, enfatizó Castellanos.
La preocupación de las autoridades se extiende más allá de los incidentes recientes. Castellanos expresó su inquietud por la posibilidad de que algunos de estos incendios puedan ser intencionales. “Es desconcertante que en el lapso de dos días hayamos tenido que enfrentar incendios en Turumayo, Victoria y Carachimayo. No quiero pensar que hay personas inescrupulosas actuando deliberadamente”, comentó.
A pesar de los esfuerzos previos de concientización y capacitación, especialmente en áreas rurales, las autoridades se muestran sorprendidas por la persistencia de prácticas peligrosas como la quema de pastizales y los chaqueos. Esta situación ha llevado a un replanteamiento de las estrategias de educación ambiental y prevención de incendios en la región.
Por su parte, Álvaro Baldivieso, director de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), destacó la labor crucial de su equipo en la contención de estos incendios. A pesar de que parte del personal de la UGR fue desplegado a Santa Cruz y Beni para asistir en emergencias en esas regiones, un grupo de 20 personas permaneció en Tarija, formando un equipo de primera respuesta que trabajó en coordinación con bomberos de la Policía y voluntarios.
“Nuestra preparación y rápida respuesta fueron fundamentales para evitar que estos incendios se propagaran a áreas más extensas, como la serranía de Sama”, explicó Baldivieso. “Sin embargo, necesitamos que la población comprenda que la prevención es la mejor estrategia. Cada incendio pone en riesgo no solo el medio ambiente, sino también las vidas de quienes luchan por controlarlo.»
Las autoridades han recordado a la población que las sanciones por provocar incendios incluyen penas de cárcel. No obstante, enfatizan que más allá de las consecuencias legales, el daño causado al medio ambiente y el riesgo para la vida humana deberían ser razones suficientes para abstenerse de estas prácticas peligrosas.
La Alcaldía de Tarija está considerando implementar medidas adicionales para reforzar la prevención de incendios. Estas podrían incluir campañas de educación más intensivas, mayor vigilancia en áreas de alto riesgo y la implementación de sistemas de alerta temprana en comunidades vulnerables.
Mientras tanto, se ha hecho un llamado a la solidaridad comunitaria. Las autoridades instan a los ciudadanos a estar atentos y reportar inmediatamente cualquier actividad sospechosa o señales de incendio. También se ha enfatizado la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad y cooperar con las autoridades en caso de emergencias.