Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
En un suceso sin precedentes en Tarija, una pareja que había completado el proceso de adopción intentó “devolver” al niño que habían acogido como hijo, alegando dificultades para adaptarse al carácter del menor. Este caso ha generado una fuerte reacción por parte de las autoridades y la importancia de la preparación de los padres adoptivos.
María Esther Valencia, directora del Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES) de Tarija, expresó su consternación ante este hecho: “Eso no puede darse, eso no existe. Los niños no son mercancía, no son objetos”.
Valencia enfatizó que no hay margen para la “devolución” de un niño adoptado, subrayando que el papel de los padres es precisamente educar y encaminar el carácter de sus hijos, independientemente de las dificultades que puedan surgir.
El caso ha sido manejado con suma seriedad por parte de las autoridades. El SEDEGES trabajó en estrecha colaboración con el juez competente para aplicar sanciones drásticas a la familia implicada. Como resultado, se revirtió el proceso de adopción, se retiró la custodia del niño a la pareja y se les ha prohibido de por vida solicitar una adopción, no solo en Tarija sino en todo Bolivia. Esta medida busca enviar un mensaje claro sobre la seriedad y el compromiso que implica la adopción de un menor.
Valencia señaló que habían cumplido con todos los requisitos, incluyendo el curso de preparación. La excusa presentada por los padres no estaba relacionada con recursos económicos, sino con dificultades para adaptarse al carácter del niño. Esta situación ha llevado a una reflexión sobre la necesidad de fortalecer aún más la preparación y el acompañamiento a las familias adoptivas.
En cuanto al niño involucrado en este caso particular, Valencia informó que, afortunadamente, en menos de tres meses fue adoptado por otra familia que “sí lo abrió los brazos, abrió el corazón”. Esta rápida resolución demuestra la eficacia del sistema de protección infantil en Tarija y su capacidad para actuar en el mejor interés de los menores.
Tarija con buenos índices de adopción
Valencia destacó que este es un caso aislado y que, en general, Tarija muestra cifras alentadoras en materia de adopciones y reintegraciones familiares. “En todo Bolivia las adopciones y reintegraciones son el 12%, en Tarija estamos llegando al 17%. Hemos superado a los 9 departamentos, liderizamos la tabla de restitución del derecho a vivir en familia”, afirmó con orgullo la directora.
El SEDEGES de Tarija ha manejado 85 casos de adopción, con la mayoría de los niños adoptados en el rango de edad de 0 meses a 6 años. Sin embargo, también se han dado casos exitosos de adopción de adolescentes, como el de un joven de 14 años adoptado por una profesora de Villamontes. Este caso particular ha sido motivo de celebración y esperanza, demostrando que es posible y beneficioso adoptar niños y adolescentes de mayor edad.
El proceso de adopción en Tarija es riguroso y requiere una preparación exhaustiva por parte de los futuros padres adoptivos. Valencia explicó que es un requisito indispensable completar el «curso para padres de corazón», que consiste en cuatro días de formación, impartido tres veces al año. Además, se realiza una evaluación social previa a la adopción para asegurar que las familias estén preparadas tanto emocional como económicamente para recibir a un niño.
El SEDEGES de Tarija realiza un seguimiento post-adoptivo durante dos años para asegurar que no se vulneren los derechos del niño o adolescente adoptado. Este seguimiento incluye evaluaciones psicológicas, sociales y médicas cada seis meses, cumpliendo con lo establecido por la ley.
A pesar de este incidente aislado, Valencia resaltó los aspectos positivos del sistema de adopción en Tarija. Recientemente, el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades realizó una inspección que dejó resultados muy favorables. “Estamos felices por la inspección que ha realizado el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, porque nos han dicho que Tarija se da un fenómeno muy particular, diferente al resto de Bolivia”, comentó Valencia.
La calidad y calidez humana con la que se atiende a los niños desde la gobernación de Tarija también ha sido un aspecto destacado por los inspectores. Valencia mencionó que el personal que vino desde La Paz quedó impresionado y felicitó al equipo local por su labor. “Esto a nosotros nos da el impulso para seguir trabajando con el mismo empeño y siempre como gobernación sin escatimar recursos para que nuestros niños estén asistidos en todos sus derechos”, añadió.