Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
A pocos dias del Día Nacional de Solidaridad con las Víctimas de Violencia Sexual y en Contra de las Agresiones Sexuales a Niños, Niñas y Adolescentes, la organización Mujeres en Acción, junto con la red juvenil Alas Nuevas, está liderando una serie de actividades en Tarija para concientizar sobre esta problemática. Marlene Fernández, miembro de Mujeres en Acción, compartió detalles sobre esta iniciativa y la alarmante situación de la violencia sexual en Bolivia.
“Estamos aquí presentes para convocar a toda la población sobre diferentes actividades que estamos realizando este 9 de agosto”, explicó Fernández.
Aunque la falta de datos precisos es una debilidad institucional reconocida, Fernández señaló una estadística alarmante a nivel nacional: “De cada diez adolescentes y niñas, siete son víctimas de violencia sexual». Esta cifra subraya la urgencia de abordar el problema de manera integral y efectiva.
Un aspecto particularmente preocupante es que el hogar, tradicionalmente considerado un refugio seguro, se ha convertido en un lugar de riesgo para muchos menores. “En el hogar se van cometiendo más estos casos. Ya se ha vuelto inseguro el hogar, lamentablemente”, afirmó Fernández. Esta realidad desafía las percepciones comunes sobre la seguridad familiar y exige un replanteamiento de las estrategias de prevención y protección.
La mayoría de los casos de violencia sexual ocurren dentro del entorno familiar, lo que complica aún más la detección y denuncia de estos delitos. “Los agresores siguen siendo del entorno familiar en la mayoría de los casos”, explicó Fernández. Esta cercanía entre víctima y agresor a menudo resulta en la naturalización y justificación de la violencia, así como en la falta de credibilidad hacia las víctimas cuando deciden hablar.
Frente a esta situación, la red juvenil Alas Nuevas está tomando medidas proactivas. Están trabajando en diferentes unidades educativas para informar sobre los derechos de los menores, las causas y consecuencias de la violencia sexual, y cómo prevenirla. Este enfoque educativo es crucial para empoderar a los jóvenes y crear una cultura de prevención y denuncia.
La falta de información y la tendencia a no creer en la palabra de los niños, niñas y adolescentes son obstáculos significativos en la lucha contra la violencia sexual. Fernández enfatizó la importancia de cambiar estas actitudes: ”No se cree en la palabra de los adolescentes, de los niños, de las niñas”. Este escepticismo hacia las víctimas puede disuadir a muchos de buscar ayuda o denunciar abusos.
Las actividades planificadas para el 9 de agosto buscan no solo conmemorar a las víctimas, sino también educar a la comunidad y promover cambios reales en la forma en que la sociedad aborda la violencia sexual. Desde talleres informativos hasta campañas de sensibilización, Mujeres en Acción y Alas Nuevas están trabajando para crear espacios seguros donde las víctimas puedan alzar su voz y recibir el apoyo necesario.






