Natalia López/El Andaluz
La mañana de este lunes, los vecinos de Bajo Llojeta en La Paz se enfrentaron a una perturbadora escena, donde un perrito fue encontrado sin vida, colgado de la pared de un taller ubicado en la Av. Los Sargentos. La cadena alrededor de su cuello indicaba un intento desesperado por escapar, según las suposiciones iniciales.
El perro, conocido y querido por todos en la comunidad, suscitó sospechas de que su muerte no fue un accidente. Los vecinos señalaron al dueño como principal responsable, argumentando que era imposible que el animal hubiera trepado y colgado solo. Patricia Crespo, una vecina, relató cómo encontraron al perro aún tibio y con sangre fresca, desestimando la versión del dueño sobre un supuesto salto.
La situación de los perros del taller ya había generado preocupación con los vecinos. Los animales eran frecuentemente dejados sin comida y a la intemperie, lo que provocó enfrentamientos entre los vecinos y los cuidadores, otra vecina, denunció las condiciones deplorables y las agresiones que sufrieron al intentar asegurar el bienestar de los perros.
Personal de Zoonosis y Pofoma se presentaron en el lugar, citando al dueño y abriendo un proceso por biocidio. Rosemary Arévalo, directora departamental de Pofoma, destacó la responsabilidad legal del propietario y la protección que la ley 700 otorga a estos animales, subrayando la posible privación de libertad de 1 a 5 años para el culpable.
