Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
La ciudad fronteriza de Bermejo, enfrenta una creciente crisis de seguridad y salud pública debido al aumento del narcotráfico y el consumo de drogas. Andrés Torres, asambleísta de Bermejo, ha arrojado luz sobre la preocupante situación que vive este municipio estratégicamente ubicado en la frontera con Argentina.
“Por las características propias de nuestro municipio de Bermejo, es un lugar de tráfico, no solamente de contrabando de productos, sino también lamentablemente de contrabando de narcóticos y sustancias controladas”, señaló Torres, destacando la problemática histórica de la región como zona de paso fronterizo hacia Argentina.
Sin embargo, el asambleísta advierte sobre un giro alarmante en la ciudad fronteriza: “Ahora lamentablemente también no solamente es de paso, sino también es de consumo”. Esta nueva realidad plantea desafíos significativos para la comunidad, especialmente para la juventud bermejeña.
Torres expresó su preocupación por la vulnerabilidad de los jóvenes ante la creciente disponibilidad de drogas. “Si no tienen una formación sólida, un hogar, alguien que los sostenga, es muy fácil que ellos caigan”. Esta situación subraya la urgente necesidad de fortalecer los programas de prevención y apoyo a la juventud en el municipio.
Crecen los ajustes de cuentas
El asambleísta también llamó la atención sobre un fenómeno inquietante que ha surgido en los últimos años: los ajustes de cuentas al estilo del sicariato. “Hace dos o tres años atrás, ya vemos ajustes de cuentas… están haciendo al mejor estilo de los sicariatos en otros países”, afirmó Torres. Esta escalada de violencia añade una capa adicional de complejidad al ya delicado panorama de seguridad en Bermejo.
La situación se ve agravada por la naturaleza de la frontera. A pesar de la presencia de una base naval y personal militar en la zona, Torres señala que “la frontera son muchos kilómetros, hay muchos pasos no legales”. Esta realidad dificulta enormemente el control efectivo del tráfico ilícito y el movimiento de personas.
El asambleísta criticó la ineficacia de los controles migratorios y aduaneros actuales: “A vista y paciencia, todos pasan por el otro lado”. Esta situación, según Torres, se ha normalizado en la comunidad, lo que representa un desafío adicional para abordar el problema de manera efectiva.
El incremento del turismo de compras desde Argentina, si bien beneficioso para la economía local, también plantea retos en términos de seguridad. “Estamos teniendo mucha visitas de gente argentina que está viniendo a nuestro municipio a hacer compras, entonces también nosotros desconocemos si son buena gente”, explicó Torres, sugiriendo que este flujo de visitantes podría estar siendo aprovechado por elementos criminales.
Ante este panorama, Torres hace un llamado a las autoridades nacionales para que tomen medidas decisivas: “Es un extremo que deberían nuestras autoridades a nivel nacional tomar en cuenta”. El asambleísta sugiere que se requiere un enfoque integral que aborde no solo el aspecto de seguridad, sino también las raíces sociales y económicas del problema.