Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
La directora del Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM) de Tarija, Carolina Ortiz, ha lanzado una voz de alarma ante el preocupante incremento de feminicidios en el departamento durante el primer semestre de 2024. Ortiz reveló que Tarija ya ha superado la cifra total de víctimas registradas en todo el 2023, evidenciando una crisis que demanda acciones inmediatas y efectivas.
Según Ortiz, hasta junio de 2024, Tarija ha registrado oficialmente cinco feminicidios, superando los cuatro casos contabilizados durante todo el año anterior. «Estamos a mes de junio, medio año, y tenemos que lamentar haber superado la cifra total de víctimas del 2023», expresó con preocupación la directora del ECAM.
La situación se torna aún más alarmante considerando que el caso de Singry Paco, aún sin resolver, podría elevar la cifra a seis feminicidios si se modifica la tipología del delito. Este escenario coloca a Tarija en una posición crítica a nivel nacional en cuanto a violencia contra la mujer.
Ortiz destacó que, si bien Tarija ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en estadísticas de violencia, la proporción poblacional del departamento hace que esta cifra sea especialmente preocupante. «Tarija, en cuanto a población, no se puede comparar con La Paz, Cochabamba o Santa Cruz. Esto nos coloca en primer lugar en una lista tan nefasta como lo es la violencia a la mujer», señaló.
La directora del ECAM hizo un llamado urgente a profundizar en el cumplimiento integral de la Ley 348, enfatizando que los procedimientos de prevención implementados por instancias municipales y departamentales no están dando resultados. «Estamos perdiendo la sensibilidad para con nuestra pareja», lamentó Ortiz, subrayando la necesidad de abordar las raíces culturales y sociales del problema.
El caso más reciente, según informó Ortiz citando a la Fiscalía, involucra un feminicidio motivado por mensajes de texto, lo que evidencia la persistencia de patrones de control y poder en las relaciones. «¿Cómo puede ser que una persona no pueda tener libertad y pueda ser asesinada por el simple hecho de que un hombre no pueda aceptar perder el control sobre una persona?», cuestionó.
Ortiz enfatizó la urgencia de implementar políticas de prevención más efectivas, que vayan más allá de las aulas escolares y lleguen a las familias y comunidades. «Tenemos que trabajar no solamente en los colegios, sino desde la familia, desde los barrios, comenzar a hablar y desestructurar todo lo que ha sido mal aprendido en cuanto al ejercicio de poder de un hombre sobre una mujer», explicó.
