Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
En una preocupante tendencia, la migración humana hacia la Reserva de Flora y Fauna de Tariquia está ejerciendo un impacto devastador en el ecosistema local, según advierte Richard Tintilay, ex dirigente de la región.
Tintilay expone cómo esta migración está perjudicando tanto a la flora como a la fauna, agravando aún más los efectos del cambio climático en el departamento y el país.
«La migración humana está afectando gravemente a los animales y la flora de la reserva. Si no hay flora en ciertas áreas, no hay animales porque no tienen de qué alimentarse», señala Tintilay.
Así mismo destaca la necesidad de realizar una evaluación minuciosa de esta problemática, especialmente en lo que respecta a la flora acuática, como el sábalo, cuya población se ve amenazada por la pesca indiscriminada y el consumo descontrolado.
Tintilay hace hincapié en cómo la actividad humana, incluida la pesca, está alterando el equilibrio natural de los ecosistemas. «Antes, se pescaban más sábalos, pero ahora la situación ha cambiado. El problema radica en que ahora se dedican solo a sacar los sábalos y otros peces no son pescados, lo que provoca un desequilibrio en la cadena alimentaria», explica.
Además, Tintilay señala que la presencia humana en la reserva ahuyenta a los animales, lo que afecta su hábitat y comportamiento natural. «Donde hay seres humanos, los animales se retiran debido al ruido y la molestia», agrega.
Esta migración también está teniendo un impacto negativo en la ganadería local, ya que animales como el jaguar se ven atraídos por la mayor presencia de ganado, lo que resulta en la depredación de terneros y pérdidas económicas para los ganaderos.