Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
El economista, Fernando Romero, se pronunció sobre el impacto negativo que los recientes bloqueos y disturbios políticos han tenido en la imagen internacional de Bolivia, así como en su economía, especialmente en el sector turístico y el carnaval.
Romero advierte sobre la percepción negativa que estos eventos generan en el extranjero, lo que podría disuadir a potenciales inversionistas y turistas de visitar el país. «Nadie va a querer venir a invertir, nadie va a querer viajar aquí a nuestro carnaval porque hay mucha incertidumbre de venir y luego quedarse bloqueado, perder su dinero», enfatiza el economista.
El impacto económico es considerable, con pérdidas que se estiman en más de mil millones de bolivianos, de los cuales aproximadamente el 30% corresponde al sector turístico. «El daño ya se ha hecho», lamenta Romero, planteando la incertidumbre sobre quién asumirá la responsabilidad de compensar estas pérdidas.
El carnaval, una festividad que históricamente ha generado importantes ingresos para el país, se ve afectado significativamente. Se estima que iba a mover cerca de 50 millones de bolivianos, pero la situación de bloqueos y la incertidumbre política han impactado en su desarrollo y en la llegada de turistas.
Comadres en Tarija
Los bloqueos también han afectado a eventos tradicionales como la entrada de comadres, con una disminución del 15 al 20% en la participación debido a las dificultades para llegar a las festividades. A pesar de esto, aún se espera que la festividad genere importantes ingresos económicos, con la llegada de turistas y la participación en los eventos programados.
«Al menos se va a mover más de dos millones de dólares en los días previos y durante la festividad», destaca Romero, señalando que, a pesar de los desafíos, aún hay un flujo considerable de visitantes y una actividad económica significativa en torno a las celebraciones.
En medio de esta situación, queda claro que la recuperación del sector turístico y la economía en general requerirán esfuerzos concertados y medidas efectivas para restaurar la confianza tanto a nivel nacional como internacional.
La incertidumbre política y social persistente ha sembrado dudas sobre la estabilidad y el clima de inversión en Bolivia. Romero subraya la importancia de abordar estas preocupaciones de manera urgente para evitar un mayor deterioro de la economía y para recuperar la confianza de los inversionistas y turistas en el país.