Un niño de nueve años, que era encadenado por su padrastro con el consentimiento de su madre, fue rescatado por los pobladores del municipio de San José de Chiquitos, luego de que observaran que la mujer regresaba con su hijo a su casa, tras alcanzarlo cuando escapó.
Los vecinos alarmados y estremecidos por la situación, cuestionaban a la madre por encadenar a su hijo. La mujer aseguró que era su pareja, el padrastro, quien encadenaba al niño y que ella no hacía nada, porque sufría amenazas.
El niño contó a las mujeres y hombres del pueblo que otro muchacho lo había correteado y lo hizo caer, y que luego le colocaron las cadenas. Él no entendía por qué la gente le reprochaba a su madre y por qué sus tutores lo mantenían encadenado.
El menor de edad, aún con la cadena en uno de sus pies, descalzo y con algunas heridas, lloraba luego de ser cobijado por los brazos de las vecinas, quienes le indicaban que ya estaba protegido.
Preliminarmente se conoce que, tanto la madre como el padrastro tienen problemas de alcoholismo. Según los vecinos, suelen consumir bebidas todos los días.
El padrastro se encuentra prófugo, mientras que la Policía, luego de rescatar al niño, trasladó a la madre a dependencias policiales para su investigación.
Se conoce que el padrastro es reincidente en temas de violencia familiar, además estuvo detenido por agredir a su hijastra, pero la mamá del agresor logró sacarlo de la cárcel. La menor de edad se encuentra refugiada en un hogar en Roboré.
El momento del rescate
«El chico me correteó», decía el niño al ser rescatado por los pobladores, mientras que su madre y otro adolescente fueron rodeados por los vecinos enardecidos al ver al menor de edad encadenado.
«Ella me dijo que lo agarre. Ella lo estaba correteando», decía el adolescente que ayudó a la mujer a atrapar a su hijo.
Los vecinos reclamaron a la mujer del por qué permitía que encadenen a su hijo y ella respondía que era amenazada por su pareja, el padrastro del niño. Además, dijo que su hijo era dañino, se sacaba las cosas de la casa y por eso consentía que lo encadenen.
El hecho se registró en el barrio Hebreros. Una vez rescatado, el menor de edad fue trasladado al centro de salud, donde le retiraron la cadena del pie y analizaron su estado de salud.
Fuente: El Deber