Ataque incendiario sacude barrio petrolero: Propietaria escapa de las llamas mortales

REDACCIÓN CENTRAL/TINTA ROJA
En una aterradora noche que quedará grabada en la memoria del Barrio Petrolero, un devastador incendio de naturaleza criminal arrasó con un edificio comercial de tres plantas en las primeras horas del 6 de agosto. Las llamas, que brotaron alrededor de las 02:40 a.m., fueron el resultado de un siniestro intencional con claras intenciones de daño humano. Este infame ataque no solo dejó en ruinas un establecimiento propiedad de la víctima, sino que también puso en peligro su vida de manera deliberada.
La trama siniestra se desarrolló en la confluencia de la Calle 23 de Marzo y Colorados de Bolivia, en el corazón de un importante sector comercial. Las primeras investigaciones dejaron en evidencia que el fuego no fue un simple accidente, sino un acto perverso y premeditado. Individuos desconocidos, con oscuras motivaciones, eligieron el edificio de la denunciante como blanco, con la intención de provocar un incendio devastador.
Los resultados de esta acción nefasta son desgarradores. El comercio de Hinojosa Coya, que una vez fue vibrante y lleno de vida, ahora yace en escombros. Zapatos, ropa y otros objetos comerciales quedaron reducidos a cenizas, un recordatorio sombrío de la malicia que desencadenó esta tragedia. Además de los daños materiales, la infraestructura del edificio quedó completamente destruida, una víctima más de este acto incendiario.
Sin embargo, entre las cenizas y el caos, se destaca un rayo de esperanza: la propietaria y comerciante valiente, logró escapar de las llamas mortales. Su instinto de supervivencia la guió a un camino de seguridad, permitiéndole evitar un destino mucho más trágico.
Este acto de violencia criminal no quedará impune. Las autoridades están en plena acción, con Hugo Lamas Escalante liderando las investigaciones. El caso, que ha sido elevado al Ministerio Público, busca no solo castigar a los responsables de este incendio intencional, sino también brindar justicia a la comunidad conmocionada.
El barrio Petrolero se alza en solidaridad, exigiendo respuestas y seguridad. La intención malévola detrás de este incendio, con la vida de la propietaria en juego, ha dejado una huella indeleble en la comunidad. La lucha por la verdad y la justicia sigue adelante mientras las autoridades persiguen a los culpables y el barrio se une para sanar y recuperarse de esta aterradora experiencia.